En un contexto que posiciona desde 2017 a Guanajuato como la entidad más violenta del país, el Congreso local aprobó este jueves 28 de febrero la Ley para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia del Estado de Guanajuato y sus Municipios, a través de la cual se pretende “establecer las bases de coordinación entre el gobierno estatal y los ayuntamientos en materia de prevención social de la violencia y la delincuencia”.
En esta ley se intentarán establecer como ejes rectores el respeto a los derechos humanos, la integralidad, la diversidad, la participación ciudadana y comunitaria, la transparencia y rendición de cuentas, y el trabajo conjunto, entre otros más.
Además, se dotará al Consejo Estatal de Seguridad Pública y al Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública de atribuciones específicas en materia de prevención.
De igual forma, la ley crea la Comisión Intersecretarial para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia. Este organismo tendrá el objetivo de la integración y coordinación de las dependencias y entidades de la administración pública en el estado. Además se encargará del diseño y la ejecución de políticas públicas, programas y acciones que refuercen la seguridad.
Prevención debe ser prioridad
Algunos diputados señalaron que la política de la prevención social es de suma importancia y debe ser prioritaria en la agenda del estado. Lo anterior, debido a que atiende de manera focalizada y territorial al fenómeno de la violencia desde sus orígenes.
El legislador Héctor Hugo Varela Flores argumentó que en la elaboración del dictamen de la Ley se establecieron programas y acciones orientados a reducir los factores de riesgo que favorezcan la generación de violencia y delincuencia.
Por último, en la sesión se aseguró que la seguridad no es asunto de “unos cuantos”, sino que se trata de una responsabilidad compartida entre los distintos órdenes de gobierno y la ciudadanía. De igual forma se afirmó que la seguridad no podía ser alcanzada con estrategias y acciones aisladas, por lo que se debía apostar a la prevención social de la violencia y la delincuencia.