Ante el patrullaje que realizó un convoy del Ejército Mexicano, la Agencia Estatal de Investigaciones y la Policía, los integrantes del Sindicato Libertad que bloqueaban 13 puntos de la capital de Oaxaca y municipios conurbados se replegaron y permitieron la libre circulación.
Desde las nueve de la mañana y hasta después del mediodía, los transportistas irrumpieron la circulación de cruceros importantes de los municipios de Oaxaca de Juárez, Santa Lucía del Camino, Santa Cruz Xoxocotlán y San Jacinto Amilpas.
Ante ello, el gobierno del estado de manera conjunta con al VIII Zona Militar implementaron un operativo conformado por cuatro agrupamientos, los cuales recorrieron las calles aledañas a los sitios en los que se encontraban los cortes vehiculares.
Luego de notar la presencia del Ejército, los transportistas que exigían la concesión de una obra para su organización, liberaron las vialidades y se replegaron.
El comisionado de Seguridad Pública, José Sánchez Saldierna afirmó que este tipo de operativos se mantendrán de manera conjunta con el Ejército y las fuerzas federales, ya que desde el gobierno de la República se ha manifestado el apoyo hacia las autoridades estatales.
“Entre más seamos, menos opción tendremos de usar la fuerza. Porque tenemos la disposición de invitar a los manifestantes para que busquen el diálogo ante las instancias correspondientes. Es un mensaje a todos los grupos: si quieren platicar tendrán que hacerlo con las instancias correspondientes, pero si quieren bloquear tendremos que ponderar el uso de la fuerza como tenga que ser”, dijo.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, José Raymundo Tuñón afirmó que este operativo demuestra el trabajo en equipo entre las fuerzas estatales y federales, así como entre los municipios.
En algunos otros momentos, dijo, se realizarán patrullajes en los que participen las policías municipales con Ejército Mexicano, o la Policía Estatal con la Federal, la combinación será indistinta pero dará cuenta de una nueva coordinación.
Y apuntó que existe un protocolo de actuación publicado por el Poder Legislativo que establece que no se pueden emplear tropas sin diálogo, por lo que las fuerzas de seguridad son el último escalón en las acciones.