Llega febrero, el “mes del amor”, y se abre una oportunidad para hablar sobre los derechos sexuales y reproductivos, sobre todo de los más jóvenes, quienes son los más vulnerables frente al embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual
Niñas que se casan
En San Luis Potosí está prohibido desde abril del año pasado que niñas, niños o adolescentes menores de 18 años contraigan matrimonio. Esta medida está encaminada a la protección de los derechos de niñas y niños, aunque cabe señalar que, en su mayoría, las personas menores de edad que se casan en nuestro país son mujeres.
En 2017, un año antes de que se prohibiera el matrimonio infantil en el estado, se consumó el matrimonio de una mujer de 16 años, mientras que cinco mujeres de 17 años contrajeron matrimonio.
Sin embargo, para ese año la cifra ya había disminuido, debido a que entre 2014 y 2016 alrededor de 1,135 mujeres se casaron, de las cuales ocho fueron menores de 15 años, 29 tenían 15 años, 441 mujeres más tenían 16 años y las 663 restantes tenían 17 años.
Aunque a nivel nacional en la mayoría de las entidades federativas el matrimonio infantil está prohibido, aún es un problema de gran relevancia, ya que en 2017 un total de 2 mil 374 mujeres menores de edad se casaron.
Guerrero ocupó el primer lugar, ya que en esta entidad, en total mil 057 menores de edad del sexo femenino se casaron. Le sigue el estado de Chihuahua, con 514 registros de este tipo; Sonora, con 326; Tabasco, con 186, y Guanajuato, con 105 casos.
Aunque el número de casos donde la contrayente es menor de edad pasó de 29 mil 912 en 2014 a 9 mil 871 para 2016, la unión de personas adultas con menores de edad sigue siendo un reto de dimensiones mayúsculas para el país.
Cabe destacar que en San Luis Potosí el cambio ha sido significativo desde que entró en vigor la reforma que prohibió el matrimonio infantil, aunque los riesgos para niñas, niños y adolescentes persisten.
Cambiar la escuela por los pañales
De acuerdo con las estimaciones de CONAPO, nuestra entidad tiene el mayor número adolescentes con hijos.
Durante 2014, por cada mil mujeres potosinas que tienen entre 15 y 19 años, se registraron 74 nacimientos. Por lo que posiciona al estado dentro de los primero 20 lugares a nivel nacional.
En contraste, la Ciudad de México cuenta con 52 nacimientos por cada 100 mil adolescentes en ese mismo rango de edad: la cifra de San Luis Potosí es superior por 22 casos más.
En nuestra entidad, el 17.7% de los nacimientos que se registraron durante 2017 fueron de madres adolescentes. Si se compara con el registro de 2010 de 19.4%, este indicador decreció 1.7 puntos porcentuales.
A pesar de que esta proporción ha disminuido durante los últimos seis años, aún es una situación preocupante.
Las cifras de natalidad del Inegi refieren que en 2017 se registró un total de 3 mil 623 nacimientos donde las madres son mujeres potosinas menores de edad.
Las cifras son aterradoras: en un nacimiento la madre tenía 11 años, en dos nacimientos las madres tenían 12 años, en 31 casos su edad era de 13 años y en 142 casos las madres tenían 14 años.
En suma, 643 nacimientos correspondieron a madres que en 2017 tenían 15 años o menos.
Estas cifras evidencian que las acciones que se han llevado a cabo en San Luis Potosí no han sido suficientes para inhibir este fenómeno, que amenaza el desarrollo integral de la juventud de nuestro estado.
Infecciones de transmisión sexual: amenaza a latente
Los contagios de infecciones y enfermedades de trasmisión sexual representan un problema de salud pública en todo el país.
De acuerdo con los anuarios de morbilidad de la Secretaría de Salud, en 2017 en nuestro estado se registraron 16 mil 839 casos de vulvovaginitis. Esta infección es la de mayor frecuencia en nuestro estado.
De igual forma, la candidiasis urogenital, que en 2017 registró un total de 5 mil 88 casos, es la segunda infección de transmisión sexual más frecuente en nuestro estado.
Destaca que, en San Luis Potosí, los casos registrados en 2017 de cinco infecciones de transmisión sexual presentaron incrementos significativos.
El linfogranuloma venéreo por clamidias pasó de registrar cuatro casos en 2016, a 10 casos en 2017, es decir, incrementó en un 150 por ciento; el herpes pasó de registrar 83 casos en 2016, a 153 casos en 2017, lo que equivale a un incremento del 84 por ciento.
Otra infección que tuvo un fuerte incremento es el sida. Durante 2015 se registraron 71 nuevos casos de esta infección, mientras que, en 2016 se registraron 76 casos. Sin embargo, al cierre de 2017 se registraron 97 casos más, con lo cual, durante este año se acumuló un total de 244 nuevos casos, cifra que representó un incremento del 27.6 por ciento.
Por su parte, la infección el chancro blando presentó un incremento significativo en 2017 cuando se registraron 32 casos, ya que, comparado con los 26 casos que se registraron en 2016, es equivalente a un incremento del 23 por ciento.
Finalmente, la sífilis presentó un incremento del 22%, lo anterior, después de pasar de 150 casos en 2016 a 183 casos en 2017. Sin embargo, si lo comparamos con los 89 casos que se registraron en 2015, el incremento es de 105.6 por ciento.
Si bien a nivel nacional también se han registrado más casos de estas infecciones, los incrementos en San Luis Potosí se encuentran muy por arriba del agregado de todo el país.
Para 2017, en la entidad los casos de linfogranuloma venéreo por clamidas y de herpes genital incrementaron 150% y 84.3%, mientras que a nivel nacional los incrementos de estas infecciones fueron de 33.9% y de 49.1%, respectivamente.
De igual forma, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida en el ámbito nacional disminuyó en 1.25%, comparado con el incremento del 27.6% que se observó en nuestro estado.
Sexo sin condón: un riesgo que crece y crece
El boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud correspondiente a la semana 51 contiene el número de casos confirmados y de casos probables de enfermedades e infecciones acumulados durante 2018 hasta el 22 de diciembre.
En él se puede observar el caso del linfogranuloma venéreo por clamidias, el cual, como ya se mencionó, se reportaron 10 casos en 2017 en el anuario de morbilidad, mientras que en el boletín epidemiológico de la penúltima semana de 2018 se reportaron seis nuevos casos acumulados de esta enfermedad durante ese año, los cuales representan el 3% de los 224 que se registraron a nivel nacional.
En el caso del SIDA cabe mencionar que, mientras que en 2017 se registraron 97 nuevos casos, hasta el 22 de diciembre del 2018 (incluidos los casos probables) ya sumaban 106 casos.
De acuerdo con el mencionado boletín epidemiológico, en nuestro estado se concentró el 3% de los casos registrados a nivel nacional de candidiasis urogenital, con 5 mil tres de los 173 mil 694 casos totales.
El linfogranuloma venéreo también destaca por su alta relevancia en nuestro estado, ya que durante el año pasado se registraron seis casos de los 224 que la Secretaría de Salud documentó a nivel nacional, el 3% del total nacional. Situación similar sucedió con el chancro blando.
Los más vulnerables
La población joven se muestra como la más vulnerable frente ante los contagios de infecciones de transmisión sexual.
En San Luis Potosí la población que tiene 19 años y menos representó el 12% de los nuevos casos de infecciones de transmisión sexual que se documentaron en 2017 en la entidad.
Este porcentaje incrementa drásticamente entre la población que tiene entre 20 y 24 años, ya que, en este grupo de edad se concentró el 19% de los nuevos casos que se documentaron durante el mismo año.
La infección más recurrente entre la población que tiene 19 años y menos es la vulvovaginitis, seguida de la candidiasis urogenital, similar a lo que ocurre entre la población que tiene entre 20 y 24 años.
Todo se puede prevenir
La Organización Panamericana de la Salud y la Secretaría de Salud de nuestro país afirman que el mejor método para evitar estas situaciones es el correcto uso del condón.
Los riesgos en materia sexual y reproductiva son numerosos entre la población joven: San Luis Potosí ocupa el décimo lugar en matrimonio infantil, mientras que, está dentro de los primeros 20 lugares en madres adolescentes en todo el país.
Esta situación evidencia la necesidad de reforzar la política pública que se lleva a cabo en materia de educación reproductiva y de salud sexual. Si bien la prohibición del matrimonio infantil es una medida que contribuye a la garantía de los derechos humanos de las niñas y los niños, es apenas un paso frente a un largo camino que se tiene por recorrer.