La cifra de víctimas por la explosión de una toma clandestina la tarde de ayer en Tlahuelilpan se incrementó a 67 muertos y 75 heridos, informó el gobernador Omar Fayad Meneses en conferencia conjunta con el presidente Andrés Manuel López Obrador y miembros del gabinete de seguridad.
López Obrador dio su pésame a los familiares de las víctimas, indicó que a las seis de la tarde de este sábado se llevaría a cabo otra conferencia para conocer los avances de las investigaciones.
Posteriormente, Fayad Meneses dio a conocer un recuento de los hechos ocurridos en la comunidad de San Primitivo, en dicho municipio Hidalguense.
El mandatario mencionó que a las 16:30 horas recibieron el primer aviso sobre la perforación, una hora después arribaron elementos del ejército al sitio; sin embargo, cientos de ciudadanos se negaron a retirarse. Un par de horas más tarde se registró la explosión.
Luego del aviso, se comunicaron las diferentes secretarías y se activó el plan DN III, por lo que militares, Seguridad Pública, Bomberos y elementos de Pemex, se dirigieron al sitio.
Según actualizó Fayad, se tiene el registro de 66 personas fallecidas y 76 heridos, quienes fueron trasladados a diferentes hospitales de Hidalgo y la Ciudad de México; 73 son hombres y 3 mujeres.
La población afectada fue atendida, indicó el mandatario, para ello se hicieron 7 grupos de trabajo entre los que resalta: Monitoreo, vocería, atención, entre otros.
El Gobierno de Hidalgo fue apoyado por presidentes municipales, la jefa de Gobierno de CDMX, gobernadores de estados vecinos, así como de las secretarías federales y el presidente de la república, mencionó el gobernador de Hidalgo.
Mencionó que seguirán las investigaciones para conocer lo que originó la explosión y se informe toda la verdad, además dio a indicó que las diligencias estarán a cargo del gobierno de Hidalgo y Petróleos Mexicanos.
En la página del gobierno de Hidalgo, se dará a conocer una lista con nombres de personas fallecidas y quienes están hospitalizados en los diferentes nosocomios.
Octavio Romero, director de Pemex, mencionó que por el ducto se transportaba gasolina Premium cuando ocurrió la perforación.
Dijo también que en Tlahuelilpan se registraron tres tomas previas durante el último mes; en una de ellas ocurrió una explosión que tardó en controlarse 12 horas.
El General Luis Cresensio Sandoval indicó que en la zona había entre 600 y 800 personas, mismos que hicieron caso omiso de retirarse de la zona, valiéndose de su mayoría numérica. Para evitar una confrontación los militares se alejaron unos metros del sitio.
Luego de la explosión, los uniformados aplicaron el plan DNIII, acordonaron el área y arribaron otros 400 elementos al área; además, el Hospital Central Militar recibió 2 heridos con quemaduras, dijo Sandoval.
Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República, dijo que la dependencia a su cargo trabaja con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), para conocer cómo ocurrieron los hechos y darlos a conocer a la población.
Una de las peores tragedias en Hidalgo
En medio del recién emprendido combate del gobierno federal contra el huachicoleo, Hidalgo vivió una de las peores tragedias en años recientes: una turba de habitantes de una comunidad de Tlahuelilpan fue alcanzada por la explosión de una toma clandestina de combustible, la cual saqueaban desde antes de las 17:00 horas de ayer.
Las crudas imágenes que dieron la vuelta al mundo vía redes sociales pusieron en el mapa a San Primitivo; movilizaron a decenas de cuerpos de rescate y a autoridades estatales y federales.
Videos tomados en el lugar por reporteros locales muestran cómo decenas de habitantes, con garrafones y tambos en mano, se apresuraban a hurtar el combustible, el cual, como si fuera agua, mojaba sus cuerpos, mientras el escape de la perforación tomaba fuerza.
A las 18:56 horas sucedió el estallido, de acuerdo con Octavio Romero Oropeza, director de Pemex. La gente corría prendida en fuego; entre gritos, un grupo de personas que miraba la escena aprovechaba para sacar sus celulares y tomar testimonio. “¡Ayuda, ayuda, me estoy muriendo!”, gritaba un hombre cuya ropa desapareció al igual que parte de su piel. Otros se tiraban al piso mientras soltaban quejidos.
Las ambulancias no alcanzaron; los hospitales de Cinta Larga, Tula, Ixmiquilpan y Pemex se vieron abarrotados en pocos minutos. Helicópteros, cinco proporcionados por la administración de Claudia Sheinbaum –gobernadora de la capital del país–, y autos de auxilio trasladaron a pacientes con quemaduras graves a la Ciudad de México.
Diez minutos antes de la medianoche, la situación había sido controlada por parte de fuerzas de emergencia.
Federico Escamilla