Un niño pequeño murió de influenza en Colorado debido a que no fue vacunado adecuadamente, de acuerdo con funcionarios de salud de Estados Unidos.
Este deceso es la primera muerte infantil por influenza en la temporada 2018-2019 de esa enfermedad, que va del 30 de septiembre de 2018, hasta el 18 de mayo de 2019. El niño fue infectado por la cepa H1N1 del virus, de acuerdo con el Informe sobre la Influenza de Colorado.
El niño, cuyo nombre y edad no fueron divulgados, murió en la semana que terminó el 12 de enero, se indica en el informe.
El Departamento de Salud Pública y Ambiente del Estado de Colorado declaró a Newsweek este jueves que el niño fue vacunado parcialmente.
A los niños de menos de nueve años de edad que son vacunados por primera vez se les aconseja recibir dos dosis en un período de al menos 28 días, para protegerse contra la influenza, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos.
La doctora Rachel Herlihy, epidemióloga del Estado de Colorado, señaló que “es una tragedia”, de acuerdo con Fox 31. “Se trata de un desafortunado pero importante recordatorio de la importancia de recibir dos dosis de la vacuna contra la influenza en el caso de los niños pequeños a quienes se les administra dicha vacuna por primera vez”, afirmó.
Herlihy hizo énfasis en la importancia de que los grupos de alto riesgo reciban las dosis adecuadas.
Hasta el momento, 1,192 personas han sido hospitalizadas con influenza durante esa temporada, de acuerdo con el Informe sobre la Influenza en Colorado.
Los niños de menos de dos hasta cinco años presentan más riesgos de sufrir complicaciones provocadas por el virus de la influenza, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.
Entre los síntomas de la influenza están el dolor de garganta y la tos, nariz goteante o congestionada, dolor de cabeza y muscular, cansancio y fiebre. Asimismo, los niños tienen mayores probabilidades de sufrir vómito y/o diarrea que los adultos.
Los niños que presentan complicaciones pueden desarrollar padecimientos más graves, como neumonía, trastornos cerebrales (entre ellos, la encefalopatía) y, en algunos casos, podrían morir.
Quienes tienen enfermedades preexistentes, como aquellas que afectan el sistema nervioso central, así como asma o diabetes, presentan un riesgo aún mayor.
Cada año, millones de niños enferman de influenza, y miles de ellos son hospitalizados. La cantidad de casos graves puede variar de año en año, y depende de la gravedad de la cepa predominante. Desde 2010, entre 6,000 y 26,000 niños de cinco años o menos han sido hospitalizados cada año. Durante la pandemia de 2009, el virus mató a 358 niños.
Este artículo fue actualizado con los comentarios de la División de Epidemiología del Departamento de Salud Pública y Ambiente del Estado de Colorado.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek