A pesar de que existen instancias especializadas para la obtención de información pública, y que todo organismo de gobierno está obligado a contar con áreas especializadas para atender solicitudes de información y actualización de sus plataformas de transparencia, la acción de cuestionar al Estado es poco común en el país.
Esto ocasiona que el acceso a dicha información se ve obstaculizada por excesivos procesos burocráticos y blindaje por parte de las instituciones con argumentos normalmente inválidos. Esto consideró el periodista, investigador y director de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) Salvador Camarena, durante el panel “El derecho humano a la información como base fundamental de un régimen democrático”, como parte del primer congreso del municipio de Aguascalientes llamado “La cultura de la transparencia: ciudadanía participativa y gobiernos proactivos”.
Como ejemplo, mencionó la investigación periodística que realizó MCCI acerca de Ios dispositivos médicos catalogados grado 3 y que se implantan en el cuerpo por más de 30 días o sirven para sustituir o mejorar la función de algún órgano del cuerpo. La investigación evidenció que existen huecos legales para aprobar dispositivos que se utilizan en centros de salud y que pone en riesgo vidas.
“Hicimos unas 470 solicitudes de transparencia para este caso, y cada una de las solicitudes fue todo un problema; en promedio una solicitud de información tardó 4 meses en concluirse, porque te la reviran y reviran y se amparan y tienes que irte a la última instancia y recursos”.
Para el periodista, lo más alarmante es que en un tema tan delicado como la salud, la inquietud por parte de los mexicanos de conocer los productos y materiales que son utilizados es prácticamente nula, reflejo de una deficiente cultura en el interés de casi cualquier tipo de información.
“Esta falta de cultura por la transparencia es un síntoma que debemos corregir 18 años después de la llegada de Fox a la presidencia de la república donde se empezó a discutir en generar instituciones que permitieran cultivar el hábito de demandar información al gobierno y a distintos organismos para poder tener decisiones informadas”, agregó.
Camarena consideró que a pesar de que sí existen proceso y plataforma para lograr transparencia en México, existen una serie de obstáculos que hacen un acceso a la información bastante complicado.
“Las instituciones están buscando cualquier pretexto para no cumplir con la ley, para dejarnos a oscuras, estos ejemplos son algo que necesitamos hacer del conocimiento de la ciudadanía para que llevemos a instituciones locales de transparencia a que tengan la actitud de apertura y no de cerrazón”.
Agregó que desde que MCCI comenzó a trabajar analizando los procesos de transparencia de las entidades de gobierno, se han encontrado con una serie de patrones que se repiten a fin de no dar respuesta a las solicitudes realizadas por la ciudadanía: apego al secreto industrial, secreto fiscal por cuestiones de seguridad nacional al momento de contestar, uso indebido de los fideicomisos por parte de las administraciones estatales para ocultar recurso público, así como condicionar la información en copias certificadas por las cuales cobran cierta cantidad de dinero por hoja que forme parte del documento requerido, que pueden llegar a ser de cientos o miles de páginas.
Por esto, reiteró que es urgente que tanto instancias como el Instituto Nacional de Acceso a la Información y sus derivados en cada estado, se responsabilicen y actúen a favor del derecho de los ciudadanos, que es contar con las herramientas necesarias para acceder a información pública.
“El acceso a la transparencia es un termómetro, las instituciones mismas del Estado solicitan información al estado para saber cómo va el desempeño en educación pública, salud (…) hay distintos entes que nos pueden ayudar a comprender qué está pasando y la transparencia es una gran herramienta para solicitarla y construir índices de desempeño y saber cómo reclamarle al estado.