Un exenfermero y asesino en serie que está siendo juzgado hoy en Alemania admitió el asesinato de más de 100 pacientes al darles dosis fatales de medicamentos.
La audiencia, que inició en Oldenburg, intenta descubrir la verdad sobre el alcance de los asesinatos supuestamente orquestados por Niels Högel, de 41 años. El exenfermero actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua luego de admitir que mató a más de 30 pacientes entre 2003 y 2005.
Högel respondió con un sí cuando se le preguntó si se reconocía culpable de los cargos que le imputa la fiscalía y agregó que “lo declarado hasta ahora es lo que ocurrió”.
El caso judicial, que se espera dure hasta mayo, contará con la participación de 126 familiares de víctimas como co-demandantes. Las autoridades ahora creen que Högel es responsable del asesinato de 36 pacientes en Oldenburg y 64 en Delmenhorst entre 1999 y 2005. Según lo informado por la BBC, si es declarado culpable de las muertes, se convertiría en “uno de los peores asesinos en serie de la posguerra en Alemania”.
“Va a ser una montaña rusa de emociones”, declaró Christian Marbach, portavoz de los co-demandantes. “Quieren comenzar, pero al mismo tiempo le tienen miedo”, añadió.
Der Spiegel, un medio de Alemania, informó que los investigadores de la policía habían identificado un total de 322 víctimas potenciales. Los funcionarios exhumaron 134 cuerpos en 67 cementerios, incluso en Polonia, y realizaron pruebas toxicológicas en los cuerpos en busca de rastros de medicamentos que se sabía que Högel usaba.
La policía alegó que Högel inyectó drogas a los pacientes para “desencadenar paros cardiovasculares” y luego intentar revivirlos. En muchos casos, el proceso no tuvo éxito.
Según la agencia AFP, Högel parecía haber elegido a sus víctimas, de entre 34 y 96 años, al azar. Su motivación, dicen los fiscales, fue en parte para mostrar sus habilidades de avivamiento ante sus colegas. En otros casos, puede haber sido incluso “aburrimiento”.
Högel tenía un “grave trastorno narcisista”, concluyeron posteriormente los psicólogos.
Arne Schmidt, director de la investigación creada para investigar las muertes, con el nombre en código de “Cardio”, dijo a la AFP que el caso era “fuera de lo común” y “sin precedentes en Alemania, que nosotros sepamos”.
Schmidt admitió que los oficiales de policía “nunca podrán realmente contar” el número total de víctimas porque algunas fueron incineradas después de ser declaradas fallecidas.
“Espero que se lo encuentre culpable en cada cargo para que los seres queridos puedan finalmente encontrar un cierre”, comentó Petra Klein, quien dirige el grupo de ayuda a las víctimas Weisser Ring, informó la AFP.
En 2008, Högel fue condenado a siete años de prisión por intento de asesinato luego de que lo sorprendieran inyectando un medicamento no recetado en un paciente de Delmenhorst. En 2015, durante un segundo juicio, le dieron 15 años por asesinato e intento de asesinato de cinco víctimas adicionales.
Luego admitió 30 asesinatos más a un psiquiatra, lo que provocó una intensa investigación. Se informó que otros 60 pacientes que inyectó habían sobrevivido.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek