Emmanuel Rincón I Pachuca
La Unidad de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) realiza labores de ciberpatrullaje para encontrar el origen de la cadena de mensajes falsos que alertaron sobre la presunta sustracción de menores, los cuales provocaron que el 30 de agosto en Santa Ana Ahuehuepan, comunidad de Tula de Allende, pobladores lincharan a un matrimonio señalado de ser robachicos, sin que la acusación se comprobara.
De acuerdo con José Islas Martínez, encargado de la unidad, estos textos datan de 2014; sin embargo, se han reproducido de manera cíclica en cada inicio de año escolar.
El funcionario indicó que en un principio estas falsas alertas se propagaban a través de correo electrónico; sin embargo, no había tanta difusión como ahora con “la prontitud de las redes sociales”.
“Las redes sociales las está revisando la población a cada momento, mientras que el correo electrónico, una o dos veces por semana”, agregó.
Islas Martínez aseveró que en algunos casos han identificado que el origen de estos mensajes son otras entidades de la república.
“Estas alertas se generan desde otros estados e incluso de otros países, lo que complica su rastreo”, reveló.
Un factor que dificulta las indagatorias es la creación de cuentas falsas.
“También tenemos situaciones de suplantación de identidad, en las que se toman fotos y videos de perfiles reales para clonar esas cuentas, incluido su nombre y (en algunos casos) desde estas cuentas generan estas alertas”, dijo.
A 13 meses de la creación de esta unidad –el 19 de julio de 2017–, han identificado conductas delictivas recurrentes en el ciberespacio, como phishing (engaños para obtener información personal), difamación, sexting (envío de textos sexualizados), amenazas, suplantación de identidad, extorsión, acoso, desaparición de menores y pornografía infantil.
Los municipios con la mayor incidencia de ciberdelitos son Pachuca, Tulancingo, Tizayuca, Mineral de la Reforma, Tula de Allende, Tepeji del Río, Atotonilco de Tula, Ixmiquilpan, Huejutla y Actopan, aunque no detalló cifras para cada caso.
De acuerdo con Islas Martínez, desde que comenzó la unidad se han realizado 826 acciones de reacción, de las cuales 582 se atendieron luego de una llamada telefónica, 211 tras la recepción de un correo electrónico y 33 casos de manera presencial.
Agregó que en el periodo han aportado elementos en 30 audiencias ministeriales, derivadas de carpetas de investigación en desarrollo, de las que se reservó detalles por el sigilo que estas conllevan.
Según el funcionario, a diario se tienen entre cinco y seis falsas alarmas que se detectan en cuentas de redes sociales.
“La mayoría va enfocada a un supuesto daño contra los menores, pero no son reales, no son fidedignos. Son cadenas que se vienen reproduciendo y que lamentablemente tuvieron una repercusión lamentable”, dijo en referencia al incidente de Santa Ana Ahuehuepan, donde el matrimonio quemado afuera de un hotel dejó en la orfandad a tres infantes, como publicó Criterio en su edición del 1 de septiembre.
Islas Martínez pidió a la población no dejarse engañar por las falsas alarmas y recomendó ingresar a las cuentas oficiales de la SSPH para verificar el origen de alguna información que genere inquietud, pues afirmó que en esos perfiles se detalla de manera permanente sobre alertas ficticias.
ALGUNOS CASOS
El 21 de diciembre de 2016, una mujer fue encontrada desnuda en Tula de Allende, tras presuntamente ser violada por un sujeto con el que acordó salir luego de haberlo conocido vía Facebook
En enero de este año, circuló en redes sociales un video en el que una estudiante de la Secundaria Técnica 55, de Ciudad Sahagún, fue agredida por una de sus compañeras de aula; el caso de bullying se volvió viral
El 30 de agosto, mensajes que circularon vía WhatsApp provocaron psicosis en Santa Ana Ahuehuepan, Tula, donde pobladores quemaron vivo a un matrimonio acusado de ser robachicos