El presidente Donald Trump dijo en una entrevista difundida este jueves que la economía estadounidense podría colapsar si él es acusado y sometido a juicio político.
“Le diré esto, si alguna vez soy sometido a un impeachment, creo que el mercado podría colapsar. Creo que todos podríamos ser más pobres”, advirtió el mandatario en el programa Fox and Friends.
Trump respondía a una pregunta sobre su situación legal luego de que su exabogado Michael Cohen dijera bajo juramento que Trump le dio instrucciones para violar las leyes de financiamiento electoral.
Luego de ello, el presidente dio una confusa declaración sobre la creación de puestos de trabajo y otros progresos económicos que dijo que se habían llevado a cabo durante su mandato e insistió en que los estadounidenses estarían mucho peor si Hillary Clinton hubiera ganado las elecciones de 2016.
“No sé cómo se puede someter a un impeachment a alguien que ha hecho un gran trabajo”, añadió Trump.
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La transformación de Michael Cohen, de leal servidor de Donald Trump a ser considerado un traidor, revela lo determinado que está el exabogado del presidente en limitar su tiempo en prisión.
Pero luego Cohen se abrió de Trump, y testificó bajo juramento ante un tribunal federal que el presidente le ordenó romper la ley de financiación de campañas políticas, mientras se declaraba culpable de fraude bancario e impositivo.
Trump negó públicamente haber hecho algo malo y se burló de su antiguo asesor. Una persona cercana al presidente lo describió como Michael “The Rat” (traidor) Cohen, dijo un periodista de CNN.
¿Por qué lo hizo?
Si Cohen hubiera ido a juicio, esperando un eventual indulto presidencial, le habría costado millones sin ningún indicio de que la Trump Organization pagase la cuenta.
La relación de Cohen con su antiguo jefe se fue deteriorando de forma progresiva.
Trump se distanció de Cohen tras mudarse a la Casa Blanca. Y cuando se reveló que el abogado estaba bajo investigación federal, el presidente se lavó las manos, diciendo que no tenía nada que ver con él.
Sin dudas, eso le sonó como una traición a Cohen, quien fue vicepresidente ejecutivo de la Trump Organization y quien quizás había soñado con un puesto en la Casa Blanca.
En julio, Cohen dijo a los investigadores que el presidente tenía conocimiento previo de una reunión celebrada en junio de 2016 entre integrantes de su equipo de campaña y funcionarios rusos en la cual éstos últimos brindarían información comprometedora para su rival electoral, la demócrata Hillary Clinton. Trump había negado estar en conocimiento de ello.
Pero, ¿tiene Cohen pruebas para respaldar cualquier acusación contra el mandatario? Su credibilidad está hecha trizas, tanto por ser un delincuente como por su historial de evadir y mentir repetidamente.
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“La gran pregunta es, ¿qué más tiene?”, dijo Epner. “Si lo único que tiene que ofrecer es su testimonio, no vale mucho”.
Agentes del FBI allanaron las oficinas de Nueva York de Cohen en abril, y confiscaron un montón de documentos que el abogado potencialmente podría autenticar y aclarar.
El juez fijó el 12 de diciembre para dictar sentencia contra Cohen. Si esa fecha se retrasa, será una señal reveladora de que el exabogado de Trump podría estar ofreciendo mayor cooperación.