El Consejo de Estado de los Países Bajos determinó que una seguidora del “Pastafarismo” no podrá aparecer con un colador sobre su cabeza en su pasaporte y licencia de conducir –como lo han hecho personas en otros países– porque, afirmó, no es una religión.
De acuerdo con The Guardian, la estudiante de derecho Mienke de Wilde buscó eludir una prohibición de la ley neerlandesa a cubrir la cabeza en fotografías de identificaciones oficiales, al igual que ha sucedido en Nueva Zelanda y Rusia.
Sin embargo, la máxima corte bloqueó su petición porque dijo que se trata esencialmente de una sátira y no una religión seria. De Wilde dijo que la iglesia era divertida, pero que eso no significaba que no fuera “muy seria en lo que representa”.
El Consejo de Estado expresó según The Guardian que “puede ser que el colador se considere un objeto sagrado para los pastafaris, que se lleva en honor al Monstruo Volador de Espagueti, pero no existe la obligación de hacerlo”.
“De hecho, el Pastafarismo no tiene obligaciones ni restricciones. De Wilde ha dicho que usa su colador porque lo considera un deber, pero es una elección individual”, añadió.
Pero, ¿qué es el Pastafarismo?
La Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador, también conocida como Pastafarismo es un culto que nació en 2005 como respuesta al fundamentalismo cristiano enfocado en la enseñanza del creacionismo en las escuelas.
Esta religión prescribe el uso de vestimenta de pirata y colador en honor a su dios, una bola gigante de espagueti con albóndigas, además de rechazar “tonterías locas”, ser amable con todos los seres sintientes y comer mucha pasta.
Según su página web, desde donde se expiden certificados por 25 dólares, el monstruo de espagueti “es real, totalmente legítimo, y respaldado por ciencia dura” y “cualquier cosa que parezca humor o sátira es una mera coincidencia”.
No obstante, explica que “el Pastafarismo es diferente a la mayoría de las religiones en el sentido explícito de que nuestra escritura no necesita ser creída literalmente. En otras religiones esto se conoce, pero no se dice a menudo en voz alta”.