POR: NATALIA LÓPEZ
Puebla, Pue. “Ciertamente es un modelo interesante, se ha hablado ya desde tiempo atrás de desconcentrar el gobierno (federal) de la Ciudad de México. La idea no es mala, lo que tenemos que ver es ya todo el aterrizaje de estas políticas en el presupuesto, porque se ha dicho qué es lo que viene pero en realidad se hará poco a poco y con base en las disposiciones del presupuesto”, consideró Iván Aguirre Hernández, director de Consultoría Estratégica de Negocios.
El especialista apuntó, sobre el plan del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de mover algunas dependencias federales a distintos estados de la República se podrá analizar de manera fehaciente hasta que se conozca cómo estará distribuido el presupuesto. “Hasta que no tengamos ya el presupuesto, en realidad no podemos decir nada concluyente porque sería hablar al vapor”, dijo, reiterando que no es una mala idea.
A su vez, el docente de la Maestría en Alta Dirección de Empresas (MBA) de la Universidad Anáhuac, ante la propuesta de López Obrador de construir un par de refinerías indicó que la autosuficiencia en combustibles fósiles puede ser en un momento dado contraproducente, pues implica que salga más caro; y lo que se busca es suficiencia económica a nivel global.
“El tema es cómo vamos a generar energía por un lado y las refinerías no sólo procesan combustibles, sino otro tipo de productos derivados del petróleo”, subrayó, siendo más de mil de consumo habitual; como las fibras sintéticas que sirven para producir ropa que de otra forma sería imposible.
Destacó que hace falta un análisis más profundo, no sólo en la parte energética, pues México es el tercer país en el mundo en consumir combustible, ante la gran cantidad de vehículos. “Aunque la tendencia va hacia esta parte de automóviles híbridos y eléctricos; tampoco es que en 10 años vayamos todos a estar con esa tecnología, al menos no en México”, apuntó.
Por otra parte, aseveró que el gasto público es importante para detonar el crecimiento económico de un país aunque no es definitorio; pues lo que hace es “marcar las políticas públicas hacia dónde todos los demás actores económicos se pueden perfilar”, en relación al pronóstico del Fondo Monetario Internacional de que México sólo crecerá en un tres por ciento para 2019, que no es descabellado ante el 2.8 por ciento alcanzado en 2018.