La comida es parte central de la fiesta en Oaxaca y en este mes en que las ocho regiones se reúnen para compartir sus danzas y tradiciones en los Lunes del Cerro, la gastronomía se comparte con propios y visitantes.
La Plaza de la Danza, por segundo año consecutivo alberga decenas de puestos de comida tradicional que se sirven como parte de los “antojos” más degustados en el estado y será el próximo 31 de julio cuando concluya la fiesta.
Las garnachas (tortillas fritas con carne y aderezadas con col en vinagre y queso), así como las ciruelas y nanches envinadas, representan la celebración de la gastronomía del Istmo de Tehuantepec.
De los Valles Centrales: las empanadas de amarillo y verde, memelitas, carnes asadas (tasajo, cecina enchilada y blanca, chorizo) para acompañar las tradicionales tlayudas. Y de postre, los dulces regionales, buñuelos y nicuatole.
También está presente la barbacoa de Tlacolula, las nieves de Zaachila, los mangos en vinagre y “piedrazos” (pan remojado en vinagre con quesillo y sal de chile).
Las aguas de horchata con tuna –con trozos de melón y nuez–, limón con chía, guanábana, al igual que las nieves de leche quemada con tuna, forman parte de los antojitos que se pueden degustar en esta fiesta de olores, sabores y tradiciones.