No hay duda de que son buenas las intenciones de quienes predican que las mujeres deben amar sus cuerpos y sentirse hermosas tal como son. Sin embargo, investigadoras aseguran que ese consejo no resuelve los problemas de confianza de una manera significativa. Por ello, proponen que la mejor manera de abordar la inseguridad podría consistir, simplemente, en redactar cartas afectuosas.
Las autoras de un nuevo estudio señalaron que, aunque entendían cuáles eran los factores que podían afectar negativamente la imagen corporal de una mujer, no encontraban soluciones para mejorar esa percepción. Y a fin de estudiar la manera de mejorar la confianza, el equipo del Colegio de Artes y Ciencias Weinberg, en la Universidad Northwestern probó una serie ejercicios de redacción y publicó sus hallazgos en la revista Psychology of Women Quarterly.
En la primera etapa del estudio, en el que participaron unas 500 mujeres en edad universitaria, pidieron a las voluntarias que escribieran una carta compasiva dirigida a ellas mismas, pero desde la perspectiva de una amiga cariñosa e incondicional. En otra, describieron sus cuerpos de manera específica; en tanto que, en una tercera misiva, debían expresar la gratitud que sentían con sus cuerpos. Según explican en sus conclusiones, las investigadoras descubrieron que las tres cartas mejoraban la satisfacción con el cuerpo. La redacción de las cartas demoró 15 minutos.
Un estudio distinto, llevado a cabo con más de 1,000 universitarias, condensó el ejercicio epistolar en una actividad en línea, para la cual, en vez de párrafos, las participantes escribieron oraciones sobre ellas mismas.
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Renee Engeln, profesora de psicología en Weinberg y autora de la investigación, dijo a Newsweek: “Este estudio nos demuestra que una intervención rápida, gratuita y placentera puede mejorar la satisfacción corporal y propiciar un estado de ánimo positivo en las mujeres que puedan estar experimentando dificultades con la imagen corporal. Reservar algún tiempo para replantear nuestras ideas sobre el cuerpo, en términos autocompasivos, puede ser muy poderoso”.
Con todo, Engeln advirtió que hacen falta investigaciones adicionales para determinar si los ejercicios tendrían los mismos resultados en personas de distintas edades y diferentes géneros.
“Tampoco sabemos cuánto tiempo duran los efectos positivos. Es probable que quienes deseen perpetuar los sentimientos y las actitudes gratificantes derivadas de esta actividad, deban releer o expandir sus cartas, y así prolongar sus efectos con el paso del tiempo”, señaló Engeln.
En circunstancias ideales, esta práctica dará origen a una app que podrá utilizarse cuando la persona tenga problemas para valorar y respectar su cuerpo, agregó la profesora.
“La buena noticia es que todos podemos practicar a pensar en nuestros cuerpos de distintas maneras”, dijo Engeln. “Podemos aprender a tratar nuestros cuerpos con gentileza, comprensión y perdón: las mismas cualidades que mostramos a las personas que amamos”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek