Escandinavia está de fiesta. Los tres equipos nórdicos del Mundial de Rusia-2018 (Suecia, Dinamarca e Islandia) siguen con la mirada puesta en los octavos de final.
Profundos vínculos lingüísticos, culturales y sociales hacen que los futbolistas y fanáticos nórdicos estén pendientes de cómo la llevan sus primos escandinavos en Rusia.
No hay mejor ejemplo que el imponente portero sueco del Copenhague danés, Robin Olsen, cuyos padres son daneses, y cuyo mayor ídolo desde que era niño se llama Peter Schmeichel, famoso guardameta de la ‘Dinamita’.
“Tengo muchos amigos allí y sigo sus partidos de la Copa del Mundo, pero por supuesto espero que los suecos lleguemos más lejos en Rusia”, afirmó a la AFP.
Nacido y criado en Malmö, Olsen, quien piensa pasar a una liga de mayor calibre este verano boreal, solía tener un pasaporte danés, pero se decantó para jugar por Suecia en 2014.
“Fue una decisión fácil de tomar, mi corazón me dijo que eligiera Suecia”, comentó.
Rivalidad nórdica
Cuando los daneses se enfrentan a Suecia “todo el país se detiene a mirar”, explicó a la AFP Christian Baekgaard, un periodista de la emisora TV2 con sede en Copenhague, en la concentración de Dinamarca en Anapa.
“Realmente queremos vencerlos”, dijo mientras veía el debut sueco contra Corea del Sur en su smartphone. “Pero cuando juegan un partido como éste, los apoyamos”, añadió.
“Copenhague está a solo 30 minutos de Malmo por un puente. Me siento conectado con Suecia, es como una hermandad, si no estuviéramos en la Copa del Mundo veríamos a los daneses caminando con camisetas amarillas”, reconoció.
Aunque Noruega es la delegación a batir por Suecia en los deportes de invierno, sólo Dinamarca es el verdadero rival futbolístico en estos días para la periodista sueca Noa Bachner.
En el campo de entrenamiento del equipo en Gelendzhik, Bachner admitió una pizca de envidia en la actual configuración de Dinamarca, dirigida por el entrenador noruego Age Hareide.
“Hareide tiene excelentes jugadores a disposición. Dinamarca deja a hombres fuera del equipo que serían titulares en el once inicial de Suecia”, sostuvo.
De hecho, el astro de la selección de Dinamarca y del Tottenham inglés, el armador Christian Eriksen, es considerado junto a su equipo nacional casi por unanimidad como el mejor jugador y selección escandinavos.
Aunque hay divergencias. “Hemos demostrado una y otra vez que somos el mejor equipo escandinavo”, contradijo el delantero sueco John Guidetti a la AFP en Gelendzhik.
“Si enfrentamos a uno de nuestros amigos nórdicos más tarde en el Mundial, les deseamos la mejor de las suertes, pero van a perder”, aseguró.
Solidaridad
Islandia, la nación más pequeña del planeta que se clasificó a la fase final de una Copa del Mundo en toda su historia, tradicionalmente ha recibido poca atención y muy poca condescendencia de parte de sus primos nórdicos más grandes.
Pero una excepción notable fue el sueco Lars Lagerback, ahora entrenador de Noruega, que condujo a Islandia a los cuartos de final de la Eurocopa-2016, dejando en el camino en octavos al gigante Inglaterra, los inventores del fútbol.
“Llegó a tiempo (en 2011) cuando nuestro fútbol necesitaba un tipo como ese, con una valiosa experiencia internacional”, manifestó el ayudante de campo islandés Helgi Kolvidsson.
“Siempre intentamos aprender del éxito de Dinamarca o Suecia, y es genial que ahora tengamos un buen equipo propio”, añadió.
Los islandeses son los más propensos a admirar a Dinamarca, que gobernó la isla hasta que obtuvo la independencia en 1947, a pesar de que los daneses fueron los que les propinaron la goleada más humillante de su historia, un 14-2 en 1967.
“Islandia nunca ha vencido a Dinamarca, pero aprendemos de la escuela danesa. Muchos de nosotros vamos a formarnos allí o a trabajar”, detalló el periodista Elvar Magnusson en la concentración islandesa de Kabardinka.
Y los islandeses han mostrado ser buenos alumnos como demostraron ante la Argentina de Leo Messi (1-1), en su estreno mundialista.