Por: Natalia López
Puebla, Pue. 7 de cada 10 mexicanos que nacen en pobreza se quedan en pobreza toda la vida, lo que denota la baja movilidad social que existe en el país, donde la pobreza, desigualdad y corrupción aún son graves problemas a resolver. “Movilidad social implica poder acceder a mejor nivel de vida que nuestros padres. Si todos pudiéramos acceder a seguridad social, educación de calidad, inclusión financiera y eliminar la discriminación de grupos vulnerables, tendríamos una sociedad más integrada”, señaló Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
En el marco de la presentación del libro “El México del 2018: Movilidad social para el bienestar”, editado en conjunto por el CEEY y la Fundación Espinosa Rugarcía (ESRU), el especialista apuntó que la obra recoge una propuesta concreta e integral para generar igualdad de oportunidades para toda la población y mayor movilidad social.
“Es posible que México sea próspero”, dijo, debido al nivel de su economía pero falta una estrategia.
En su exposición resaltó la importancia de que los jóvenes completen el ciclo educativo, aunque a veces son expulsados por distintas barreras; pues en la manera en que se mantengan estudiando, mejor posibilidad de vida tendrán. Por lo tanto, es necesario diseñar mecanismos para que los estudiantes completen el ciclo.
Vélez Grajales relato que el documento fue elaborado a partir de un diagnóstico sobre movilidad social en el país, al tratar de responder a la pregunta general respecto a si la condición de origen determina las opciones de logro en la vida. Sobre los resultados, explicó que si el nivel socioeconómico de los mexicanos se divide en cinco “pisos”, como si fuera un edificio social, el 48 por ciento de los que nacen en el último se quedan ahí y el 22 en el penúltimo, 70 de cada 100, por lo que el resultado no es muy optimista.
“Esos 70 de cada 100 se van a quedar en pobreza. Eso lo que nos está diciendo es que la composición del a pobreza en México es persistente, se reproduce, la pobreza se hereda”, apuntó, por lo que es necesario combatir la pobreza pues implica un problema de movilidad ascendente. A su vez, de 1992 a 2006 la tendencia de ingresos se ha mantenido y no se mueve la distancia entre los que ganan más y los que ganan menos.
Sin embargo, ahora todos ganan menos. “Existe un estancamiento del ingreso y una estratificación social cristalizada”, afirmó. Por otra parte, dio a conocer que si se nace pobre existen mejores oportunidades en el norte del país, pues el alcance de movilidad casi se dobla. Si es en el sur, “sobre todo en estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, gran parte de Puebla y Veracruz, nos vamos a quedar prácticamente igual”.
Roberto Vélez manifestó que para mejorar estas condiciones es necesaria la igualdad de oportunidades generadas a través de protección social, educación de calidad, mercado laboral flexible, seguro para trabajadores e inclusión financiera para toda la población mexicana. Esto requiere una Política Social de Estado basada en la universalidad de derechos en salud, educación, seguridad social e inclusión financiera; autonomía de decisión y libertad efectiva; y corresponsabilidad ciudadana en la atención de los asuntos públicos.