El parlamento húngaro aprobó este miércoles un paquete de leyes que penalizan a las organizaciones no gubernamentales que ayudan a los migrantes, una de las promesas del primer ministro nacionalista Viktor Orban.
Las leyes fueron aprobadas con 160 votos a favor y 18 en contra.
Según el gobierno, las leyes tienen como objetivo disuadir a los activistas que quieren ayudar a migrantes que no lo merecen el estatuto de refugiado, por ejemplo a aquellas personas que no pueden demostrar que se hallaban en peligro inminente antes de llegar a Hungría, o a los que entraron ilegalmente.
La propia división húngara de la organización Amnistía Internacional podría verse afectada por ese paquete legislativo. El grupo tildó la iniciativa de “ataque descarado contra gente que busca huir de la persecución y contra los que llevan a cabo un trabajo admirable para ayudarlos”.
“Es un nuevo golpe en la intensa guerra contra la sociedad civil y es algo que resistiremos sin descanso” añadió AI en su comunicado.
Las leyes son conocidas como “Stop Soros”, en alusión al multimillonario y financiero estadounidense de origen húngaro George Soros, auténtico “cabeza de turco” del gobierno Orban, que lo acusa, con sus iniciativas, de querer provocar una “invasión” de migrantes.
Los ataques contra Soros fueron constantes durante la campaña electoral del pasado mes de abril, en la que el partido de Orban, Fidesz, obtuvo una mayoría en el parlamento por tercera vez consecutiva.
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Tras la ola de ataques a ciudades europeas por el grupo militarista Estado Islámico (EI), los húngaros – que se mostraban comprensivos en un inicio con los refugiados – se endurecieron, su temor y la ira contra los inmigrantes, la mayoría musulmanes, aumentó. Fue un cambio, dicen los analistas, que Orbán y Fidesz aprovecharon hábilmente.
En los últimos tres años, el primer ministro y su partido se han centrado casi exclusivamente en los refugiados, y han posicionado su campaña de reelección en oposición a los esfuerzos de Merkel de exigir a todos los Estados miembros de la Unión Europea que reciban una cuota de inmigrantes. En respuesta, el multimillonario financiero húngaro George Soros, que ha pedido a Europa que acepte a los refugiados, también se ha convertido en uno de los blancos principales de Orbán (Soros, que es judío, afirma que la campaña en su contra es antisemita).
Con información de AFP y Newsweek.