“Si están muy necesitados agarren, agarren, está permitido”, dijo el pasado 28 de mayo el aspirante presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, en el municipio de Atlacomulco, Estado de México. El periódico Reforma lo reportó en su cuenta de Twitter, pero tras este tuit la frase se sacó de contexto y se difundió que el candidato incitó al robo y el saqueo.
El tuit de Reforma que suma mil 331 RT y mil 66 favoritos dice: “Si están muy necesitados agarren, agarren, está permitido”, dijo @lopezobrador_ en Atlacomulco. “Estoy hablando con obispos con pastores para que no sea ningún pecado quitarles todo a estos corruptos”.
Usuarios en redes reaccionaron diciendo que el candidato hizo un llamado a la violencia y al robo; en Whatsapp también se difundió la noticia de que López Obrador invitó a sus seguidores a delinquir. Lo cierto es que el candidato de Morena se refería a aceptar todo lo que ofrecen quiénes dan dádivas para comprar votos.
El extracto del discurso es el siguiente: “Voto parejo. Y cuando lleguen los mañosos allí a entregar el dinero, porque ya saben cómo le hacen, ¿verdad? Compran los votos por 500 pesos, mil pesos, dos mil pesos; entregan despensas, frijol con gorgojo. Láminas de zinc, láminas de cartón, tinacos… pollo, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, cerdos, marranos: eso es lo que son, sinvergüenzas corruptos. Si están muy necesitados, agarren, agarren. Está permitido. Estoy hablando con obispos, pastores… estoy hablando para que no sea ningún pecado quitarles todo a estos corruptos. Está permitido decir una mentira piadosa, cuando lleguen los corruptos (…) “vas a tener tu block, tu saco de cemento, tu despensa, ¿pero vas a votar por nosotros?”… sí, y a la hora de la hora “toma tu voto”. ¡Voto libre y secreto!”, concluyó.
Puedes escuchar aquí el discurso completo, López Obrador habla de aceptar dádivas en el minuto 42:28.
No es la primera vez que López Obrador habla de aceptar dádivas. En sus discursos, utiliza la frase “toma tu voto” para invitar a la gente a “engañar” a quienes ofrecen dádivas a cambio del voto, amparándose en última instancia con la legalidad y secrecía del ejercicio democrático.