Dos policías y la pasajera de un vehículo perdieron la vida en un tiroteo en Lieja, en el este de Bélgica, unos hechos que, según la justicia belga, podrían apuntar a un atentado terrorismo.
“Violencia cobarde y ciega en Lieja. Todo nuestro apoyo a las víctimas y sus familias”, tuiteó el primer ministro belga, Charles Michel, asegurando que supervisan “la situación con los servicios de seguridad y el centro de crisis”.
El tiroteo se produjo hacia las 10:30 (hora local) en el bulevar de Avroy, una gran arteria del centro de esta ciudad de 200,000 habitantes.
El autor se refugió en un instituto, tras el tiroteo ocurrido en la calle. Después, se habría producido una breve toma de rehenes, según fuentes oficiales.
El gobernador de la provincia de Lieja, Hervé Jamar, confirmó que “ningún alumno resultó herido” en “la toma de rehén en el instituto de Waha”. “El individuo fue neutralizado”, agregó en Twitter.
El atacante, conocido por delitos comunes pero no por radicalismo, había salido la víspera de la prisión de Lantin, cerca de Lieja, según los medios belgas.
Además del atacante, dos policías perdieron la vida y también la pasajera de un vehículo que circulaba en el barrio, indicó a la AFP Catherine Collignon, portavoz de la fiscalía de Lieja. Otros dos policías resultaron heridos.
Las personas fallecidas además de un joven de 22 años, eran dos mujeres que trabajaban en la policía local, precisó la oficina del alcalde de esta ciudad del este de Bélgica, Willy Demeyer.
‘En la dirección de un atentado terrorista’
“Nuestros pensamientos están con las víctimas de este horrible acto. Estamos en el proceso de establecer una visión general de lo que sucedió exactamente”, tuiteó el ministro del Interior, Jan Jambon.
Según medios locales, el autor habría gritado “Allahu Akbar” (Alá es grande). Preguntada por esta información, Collignon dijo que no sabían nada por el momento.
La fiscalía federal belga, encargada de los casos de terrorismo, asumió la investigación, “ya que existen elementos que van en la dirección de un atentado terrorista”, dijo su portavoz, Eric Van Der Sypt.
El autor del ataque tomó las armas de servicio de dos policías tras agredirlas con un cuchillo, indicó la fiscalía, precisando que las utilizó para matar a las dos agentes y al pasajero de un vehículo.
Los policías y militares han sido objeto desde 2016 de varias agresiones en Bélgica, donde la organización yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó un atentado en marzo de 2016, que dejó 32 muertos en el metro y aeropuerto de Bruselas.
La última considerada como “terrorista” se produjo en agosto, cuando un hombre de 30 años de origen somalí atacó con un cuchillo a dos soldados al grito de Allahu Akbar en el centro de Bruselas. Un soldado resultó herido leve y el autor fue abatido.
El 6 de agosto de 2016, un argelino residente en Bélgica atacó con un arma blanca a dos policías ante el ayuntamiento de Charleroi (sur) al grito de Allahu Akbar. Antes de ser abatido, los hirió en la cara y el cuello.
En septiembre de 2016, en Molenbeek, barrio de Bruselas considerado como un semillero del islamismo radical, dos policías fueron apuñalados sin resultar heridos, gracias al chaleco antibalas que llevaban.