Un equipo internacional de investigadores reveló por primera vez un conjunto de pruebas contundentes de que un sistema de misiles militares rusos disparó el misil que derribó el vuelo MH17 sobre el este de Ucrania en 2014.
El Boeing 777 de Malaysia Airlines viajaba de Amsterdam a Kuala Lumpur cuando fue derribado en la zona de conflicto en el este de Ucrania el 17 de julio de 2014. Las 298 personas a bordo fueron asesinadas, publicó el diario británico The Guardian.
En 2016, los investigadores anunciaron que tenían pruebas de que el sistema BUK involucrado en el incidente había cruzado la frontera hacia el este de Ucrania desde Rusia y había regresado después de que el avión había sido derribado.
El equipo conjunto de investigación (JIT) que investiga el incidente está formado por fiscales y policías holandeses y otros de Australia, Malasia y Ucrania.
El investigador holandés Wilbert Paulissen, dijo en rueda de prensa que “la 53ª Brigada forma parte de las fuerzas armadas de Rusia”.
Los investigadores ya habían concluido que el aparato fue derribado por un misil BUK de fabricación rusa disparado desde territorio ucraniano controlado por los separatistas prorrusos. Pero no habían precisado quién lo había disparado.
Los investigadores recrearon ahora el camino por el que fue transportado el misil desde Kursk, a unos 100 km de la frontera con Ucrania, utilizando videos y fotos.
Paulissen añadió que los investigadores “verificaron que el BUK-TELAR tiene cierta cantidad de características únicas. Esas características sirven como huella de identificación del misil”.
Moscú negó insistentemente cualquier responsabilidad en el derribo del Boeing 777.
La investigación de los holandeses se focaliza en unas 100 personas sospechosas de haber tenido un “papel activo” en el incidente, pero los investigadores no nombraron de momento a sospechosos.
El jefe del equipo, Fred Westerbeke, dijo el jueves que la investigación está en su “última etapa” pero añadió que “aún hay trabajo”.