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¿Crees que puedes llegar a leer 2 mil palabras por minuto? Leer a tal velocidad y comprender todo parecería increíble, sin embargo la mirada y la mente pueden hacerlo. Al desarrollar capacidades y técnicas, es posible, dicen expertos.
Mental Tech es una escuela mexicana de lectura, que tiene la promesa de que cualquier persona —ya sea niño, adolescente o adulto— puede llegar a leer más de 2 mil palabras por minuto y tener una comprensión del 100%.
Para lograrlo primero se requiere un diagnóstico de lectura donde se observan niveles de comprensión, retención, y velocidad al momento de leer, y malos hábitos que ha desarrollado en el transcurso del tiempo. Además de reconocer su tipo de inteligencia, —visual, auditiva, kinestésica— para poder entenderla y potenciar sus habilidades intelectuales, dice Arturo Téllez, Director de Mental Tech.
Mental Tech nace en San Luis Potosí en 2007 con aceptación a nivel nacional, posicionándose en ciudades como Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Chihuahua.
Esta escuela creó a través de la a psicopedagoga Rita Sevilla, el sistema DALPA que significa Desarrollo y Agilidad de la Lectura y del Pensamiento Activo.
Un sistema con el que se logra la profesionalización de la lectura con el respaldo de más de 50 años de investigación.
Y es que si bien el Sistema de Educación Pública (SEP) en México enseña a leer durante los primeros tres años de educación básica, no ha logrado prepararlos para analizar y comprender lo leído.
Un escenario donde conviven distintos tipos de inteligencia es un salón de clases de educación básica— y con mayor frecuencia en escuelas públicas— diseñado para que 30 ó 40 alumnos puedan escuchar y ver la clase que imparte un profesor.
“¿Si todos tienen la misma oportunidad, por qué no todos aprenden igual? ¿Por qué no todos tienen la misma calificación? Precisamente porque no todos tienen el mismo tipo de inteligencia”, explica Téllez.
“La SEP te enseña a leer y te exigen lectura y libros, pero ya no te enseñan métodos ni técnicas de estudio. No te enseñan cómo discernir la lectura, cómo pensar, hacer un análisis y una síntesis. Ahí se van creando los malos hábitos de lectura”, dice el director de Mental Tech.
Los malos hábitos de lectura van desde factores externos como la iluminación, la postura y el ruido, limitaciones físicas como problemas de visión, e incluso factores internos, como cansancio, estrés, o hambre.
Lo grave, dice Téllez, es que la consecuencia de no leer bien en la escuela es la calificación, pero a nivel personal, a mediano plazo puede resultar en deserción escolar. E incluso, en una mala elección de profesión.
Y los esfuerzos por generar índices de lectura en México existen. Por ejemplo, el Módulo de Lectura (Molec) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) genera información estadística sobre el comportamiento lector de la población mexicana de 18 años y más.
Este arrojó en su versión de febrero del 2017, que de cada 100 personas, 45 declararon haber leído al menos un libro en el último año.
La cifra, que no representa ni la mitad de la población encuestada, podría explicarse por la incomprensión de distintos textos, aunque en la estadística reflejada por el Molec, solo 20% admite comprender poco o solo la mitad de su lectura.
Otro factor es el tiempo. En la muestra de población que declaró no leer ningún tipo del material considerado por Molec, sostuvo que las principales razones eran falta de tiempo (40%), y falta de interés (27%).
Mental Tech propone su método como una solución a este déficit. Además de facilitar una lectura ágil y rápida, plantea reaprender la lectura con mediante ejercicios que amplían el campo de visión y focalizan la atención, además de corregir malos hábitos como regresar demasiadas veces a consultar un dato en el texto, hacer demasiados movimientos oculares y distraerse fácilmente con ruidos exteriores o la lectura en voz alta.
Molec indica que la mayor parte de la población encuestada, no realiza ninguna otra actividad mientras lee. Solo un 15% lo hace, y la respuesta más frecuente es combinar la música con la lectura.
La experiencia de distintos estudiantes de Mental Tech, prueban los resultados del método de enseñanza DALPA.
Santiago Gutiérrez tiene 10 años y estudia el quinto año de primaria. Hoy puede hacer sus tareas y reportes de lectura sin ayuda de Sarayn Zepeda, su mamá. En seis meses de sesiones, lee 2 mil 500 palabras por minuto y comprende un 90%.
El tiempo del sistema se prevé en el diagnóstico de lectura que se hizo antes de tomar el curso. Y quien define es la psicóloga que imparte las sesiones de acuerdo a las necesidades que detecta en el alumno, ya que el sistema DALPA es personalizado.
“Él solito se sienta, hace su reporte de lectura y si tiene alguna duda, al regresar en la lectura, él ya sabe exactamente a qué parte, no hay que repasar todo el libro. En eso hemos notado el cambio”, dice Sarayn.
Ahora Santiago puede leer libros de más de 200 páginas en una hora, actividad que antes le tomaba todo el mes, dice la mamá.
“216 palabras. Sin dibujos”, presume Santiago.
Él también distingue el avance. “El libro de español a final de cuentas lo terminaba leyendo mi mamá. No comprendía nada de nada”.
Y es que Mental Tech enseñó a Santiago a ampliar su campo visual y a leer más palabras con menos movimientos oculares. Su mamá confirma, “el método hace que veas todo como dice Santiago, todo el texto, la página como si fuera una fotografía, una imagen”.
Los beneficios no solo ayudan a Santiago a escribir sus reportes de lectura en menos tiempo, sino que el programa incluye métodos de estudio.
“Va a estar fabuloso si puede estudiar súper rápido”, dice Sarayn.
Estudiar en menos tiempo. Otro de los beneficios que confirma Denisse Céspedes. Ella tiene 29 años y trabaja como administrativo en la Secretaría de Salud.
Denisse inició el programa en 2010. Asistía una hora por semana, además de estudiar y hacer ejercicios en casa. Dice que al finalizar pudo leer 3 mil palabras por minuto, y comprender un 100%.
“Me concentraba muy fácil y con una leída podía entender más y por ejemplo al siguiente día que me preguntaban en la escuela, ya sabía. Subí mucho de calificaciones”, dice.
Denisse asegura que el aprendizaje aún lo aprovecha. “Ahorita que estoy trabajando, tengo que leer más para dar capacitaciones a las enfermeras y se me hace más fácil, dice.
José García tiene 43 años, es arquitecto y contratista. En 2014 comenzó su formación en Mental Tech. Llegó ahí por recomendación de un amigo y por interés de mejorar sus hábitos de lectura.
José cuenta que en el diagnóstico, resultó que leía 200 palabras por minuto y solo comprendía el 70%.
Él destaca las herramientas y dinámicas que iba aplicando en el proceso. Un ejemplo de esto es leer y cantar al mismo tiempo, —para lograr focalizar aún más la atención en el texto a pesar de los distractores— o aprender a leer párrafos de manera vertical y no horizontal.
“Lo interesante es que no te dicen ‘dentro de 3 o 4 meses ya puedes salir de allí leyendo 2 mil 500’. Hay un proceso de evaluación de etapas en las que te vas presentando”, dice.
Ahora García aplica los conocimientos en su empresa constructora.
“Curiosamente a lo que yo me dedico, me toca leer muchos contratos para las empresas o clientes. A veces tienes una hoja, dos, tres, y le das dos, tres pasadas y me dicen: ‘¿A poco ya lo leyó?’. Llegas a comprender el 85% o el 90%, dependiendo la lectura, porque hay lecturas más complejas.
Hoy en día Mental Tech también debe hacer frente no solo a las necesidades profesionales de sus clientes, sino a los cambios tecnológicos y a la apertura y democratización de la información.
“Ahora lo complejo ya no es conseguir la información, sino discernirla”, dice Téllez.
Considera que crear una cultura de la lectura ha sido el principal objetivo de Mental Tech. Por eso, la evolución tecnológica y el cambio generacional son retos muy importantes para la empresa, para los que deben seguir investigando.
“Obviamente ahora tenemos que educar a nuestros usuarios para que sepan cómo manejar la información que les llega. Saber cómo discernir información, hacer comparaciones y saber buscar fuentes confiables. Ese es uno de los grandes retos en los que estamos trabajando”, dice.
Por lo pronto, el programa de Mental Tech está planteado para desarrollarse de manera personalizada en cuatro meses o hasta en un año, durante una hora por semana.
La invitación está abierta. “Queremos colaborar para crear una cultura donde la preparación y el acceso a la información esté bien canalizados para que no se tomen malas decisiones y se forme gente trabajadora, gente inteligente”, insiste Téllez.
Sus clientes lo confirman.
“La lectura es muy interesante cuando ya tienes una visión más completa y te dan las claves para identificar lo que vas buscando”, dice José García.
“A veces estamos muy incrédulos a que te digan, ‘vas a leer 2 mil palabras en un minuto’ y no lo vas a creer. Vale la pena intentarlo para que te des cuenta de lo bueno que puede resultar para ti, ya sea en la escuela, el trabajo o igual en la vida diaria”, dice Denisse.