En apenas 17 días, cuatro bombas han detonado en Austin, la capital de Texas, que causaron la muerte de dos personas. En medio de los temores de la población, las autoridades afirmaron se busca a un “atacante serial” cuya motivación es aún desconocida y que ha mejorado su artefacto.
Las primeras tres bombas estaban empaquetadas y fueron dejadas en hogares del lado oeste de la ciudad, informó Reuters. El 2 de marzo, uno de los dispositivos mató Anthony Stephan House, un hombre negro de 39 años; el 12 de marzo, otro de los paquetes mató a Draylen Mason –también negro– e hirió a su madre y horas después explotó una tercera bomba que hirió a una mujer hispánica de la tercera edad.
Este domingo, la explosión de una cuarta bomba hirió a dos hombres blancos de 22 y 23 años que caminaban en un tranquilo barrio residencial del suroeste de Austin y fue vinculada con las tres anteriores. Sin embargo el artefacto de ayer, de acuerdo con la policía, parece haber sido activado de forma “aleatoria” por un cable trampa, una diferencia “significativa” con respecto a los tres ataques anteriores.
“Definitivamente vemos un cambio en el método”, dijo en rueda de prensa el jefe de policía de Austin, Brian Manley. Añadió que esto muestra un atacante con “un mayor nivel de sofisticación, un mayor nivel de habilidad” de lo que inicialmente se creía.
Manley afirmó: “Claramente estamos lidiando con lo que por ahora esperamos que sea un atacante serial” pero no esclareció si se trata de terrorismo o crímenes de odio. “Como dijimos desde el principio, no estábamos dispuestos a clasificar esto como terrorismo, como (crímenes de) odio, porque simplemente no sabemos lo suficiente”, comentó.
La policía de Austin hizo un llamado al autor o autores del ataque y dijo que quería escuchar las razones que lo llevaron a hacerlo y pidió a la población denunciar todo los que crean sospechoso. Además, la recompensa ofrecida por cualquier dato que lleve a un arresto se incrementó a 115,000 dólares.
Una fuerza especial compuesta por centenares de policías trabaja en este caso, con apoyo de expertos del Buró Federal de Investigación (FBI) y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego, un organismo federal conocido por su acrónimo ATF, informó la AFP.
Detener al atacante “es la máxima prioridad”, dijo el alcalde de Austin, Steve Adler, en la cadena ABC y añadió que “un ejército de agentes federales” participa en los operativos de búsqueda.