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A quién no le gustaría evitar filas y perder tiempo para comprar gas lp para sus casas.
Olvídese por un momento del engorroso proceso de ir a las oficinas a pagar o cazar a un repartidor estando pegado a la ventana de su hogar.
Imagine ahora que hay una empresa que resuelva este problema con el uso de una aplicación gratuita, y que desde su teléfono inteligente, ordene su pedido de gas lp y que llegue en minutos a casa.
En Baja California son pocas las compañías que suministran de gas lp y aún son menos las que parecen controlar las condiciones de venta del usuario final.
Los consumidores de gas lp en Baja California están inconformes con el servicio de atención y calidad que ofrecen las empresas, revelan los entrevistados para este artículo.
De hecho, Baja California es el quinto estado del país donde hay más plantas sancionadas, de acuerdo a un boletín de prensa de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), fechado en agosto de 2017.
Esta es una oportunidad que detectó Rivera Gas, una gasera que busca instalarse en el municipio de Tecate.
Rivera Gas es una opción nueva en Baja California que basa su servicio en costos bajos y atención al cliente con ayuda de la tecnología.
Y ofrece una promesa.
“Estamos reduciendo en un 50% el tiempo de entrega con una aplicación que puedes descargar en tu celular. O también llamando al centro de atención al cliente, en automático le llega el pedido a la ruta más cercana”, dice Luis Rubio Murrieta, subdirector comercial operativo de Rivera Gas.
Cuando usted solicite gas lp de Rivera Gas podrá saber en cuánto tiempo llega el servicio a su domicilio, ya que cada unidad repartidora tiene un geolocalizador con el que son monitoreadas.
Además, el repartidor porta un dispositivo electrónico con la información del pedido, así como una pequeña impresora para dar el comprobante de pago al cliente, incluso facturas en el momento.
“Ya no son recibos de venta manuales, que a veces ni se les entiende, es decir, estamos yendo más allá. Es muy práctico y una vez ya establecidos, el cliente podrá pagar por internet”, agrega Rubio.
Este servicio es parte un programa denominado Lealtad, con el que Rivera Gas busca conservar a sus usuarios mediante calidad y descuentos en las compras, además de ofrecer precios por debajo del promedio.
En ciudades como Tecate y Tijuana, donde el trazo urbano es complicado, Rubio dice que los pedidos llegarán en máximo 30 minutos, con una buena estrategia logística.
Esta aplicación es usada por Rivera Gas en siete ciudades como Mexicali y Hermosillo.
La gasera forma parte del grupo Empresas Unidas del Yaqui, un corporativo sonorense que nace en 1997.
El grupo está integrado por agrícolas, gasolineras, gaseras, hoteles, constructoras y una transportadora.
El corporativo tiene presencia en Sonora, Sinaloa y Baja California, cuya vertiente, hidrocarburos, es la empresa Rivera Gas que opera desde hace 20 años.
Actualmente cuenta con siete plantas de distribución. Una de ellas en Mexicali, con 10 años compitiendo en el mercado cachanilla.
Ahora están montando una nueva planta de distribución en la periferia de Tecate, la ciudad menos poblada de Baja California. Esta sería su octava planta y se encuentra en un 95% de construcción.
Se ubica en el kilómetro 141+650 de la carretera libre Mexicali-Tijuana, en el Rancho El Nevado, en un predio de dos hectáreas donde se tendrá una capacidad de 750 mil litros.
Inicialmente contará con 20 pipas y alrededor de 50 camiones repartidores, todos ellos unidades modelo 2015 en adelante, así como cilindros nuevos.
El corporativo sonorense ha invertido 45 millones de pesos en la construcción de la planta, donde proyectan generar unos 180 y 200 empleos directos.
Y aunque Rivera Gas cuenta con los debidos permisos para construir y operar en Tecate, el camino no le ha sido fácil.
Jorge Acosta, abogado de la empresa, explica que en 2015 se inició la tramitología para abrir la planta de gas en Tecate, y el primer paso fue un estudio del uso de suelo y la determinación factible para industria pesada.
“Se hizo el estudio y la propia Administración Urbana de Tecate nos dijo que no había ningún problema para adquirir ese predio con los fines que se perseguían”, menciona.
Los primeros trámites fueron con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), entidad que expidió el permiso mediante el oficio 5S.1/1390/2015, fechado el 16 de diciembre de 2015.
Posteriormente, Rivera Gas solicitó al Ayuntamiento de Tecate el permiso de construcción, y fue otorgado el 7 de julio de 2016, mediante la licencia 311/2016.
Pero a días de terminar la administración del 21 Ayuntamiento, se interpuso ante Sindicatura una queja conformada por supuestos vecinos que se oponían a la construcción de la gasera por considerarla un riesgo.
“Lo que sucede es que le dan entrada aun y cuando el propio ayuntamiento no le pide al quejoso cuál es su interés jurídico. Los quejosos no pudieron demostrarlo. ¿Por qué? Porque no son vecinos”, afirma el abogado.
Primero fueron particulares, luego una asociación denominada “Unión Ciudadana por el Futuro de Tecate”.
Al tiempo, el abogado de la empresa descubre que el expediente del caso tenía firmas falsas, y después de un rastreo, encuentra a los ciudadanos afectados.
El comerciante Zenaido Godínez es uno de ellos.
El abogado Jorge Acosta cuenta que a Zenaido lo engañó la presidenta de la Asociación Civil quejosa, haciéndole firmar una queja por falta de recolección de basura, un trámite ajeno al caso de la gasera.
“Entonces dentro de un expediente judicial hay firmas falsas. De la queja empezaron a agarrar gente para armar los amparos”, señala el abogado.
De momento existe una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República en contra de Dolores Villavicencio Zamora, una de las quejosas, por falsificación de documentos y falsedad de declaración ante una autoridad judicial.
Dolores firmó el amparo 196 donde vierte hechos que sucedieron en un tiempo y lugar específico, los cuales volvió a presentar en el amparo 1299, casi un año después, donde menciona que apenas estaba teniendo conocimiento de dichos hechos.
Por otra parte, Acosta señala que el Síndico Procurador del Ayuntamiento de Tecate, Gerardo Sosa Minakata, ordenó al director de Administración Urbana que suspendiera la licencia de construcción a Rivera Gas.
Incluso, de tener un vínculo en la creación de la asociación civil “Unión Ciudadana por el Futuro de Tecate”, dado que fue creada apenas en 2016 y no ha defendido ninguna causa, más que manifestarse contra Rivera Gas.
Esta reportera buscó la versión de la alcaldesa de Tecate, pero Nereida Fuentes dijo que no comentaría sobre el caso, para no entorpecer el proceso judicial.
Y hasta el cierre de edición, el síndico procurador del ayuntamiento, Gerardo Sosa Minakata, no respondió a la solicitud de entrevista.
La zona de Tecate-Tijuana ha sido un área muy cerrada a la competencia, pues hace unos 10 años que no se instala una gasera nueva.
La única planta que existe en Tecate, se encuentra en el centro de la ciudad, y esta falta de competencia preocupa al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tecate.
Teresa Ruiz Mendoza, presidenta del CCE en la ciudad, dice que la competencia solo trae beneficios para el consumidor.
“El CCE siempre busca más inversiones para Tecate porque generan empleo y derrama económica, pero no solo se trata de lucro. Es sana la competencia porque mejora la calidad y los servicios para el mercado”, dice la dirigente empresarial.
“Somos una empresa seria que queremos formar parte de la economía de Baja California. Queremos que la gente sepa quiénes somos”, dice el subdirector comercial de Rivera Gas, Luis Rubio.
Y esta nueva oferta de servicio parece ser vista con buenos ojos por varios comerciantes de la región.
Ariel Velázquez, gerente del restaurante Asadero Las Palmas, cuenta que entre mayor competencia exista, los precios serán menores, lo cual beneficiará a la industria restaurantera.
Y con más ofertas en un sector tan poco competido, el restaurantero cree que la calidad del servicio debería mejorar. Porque el mal servicio viene de tiempo atrás.
“Anteriormente que no tenía consumo por tubería, era un lío estar esperando que nos surtieran”, dice Velázquez.
Otro factor que demanda el mercado cautivo del gas, son los descuentos.
“Al mes consumimos unos 15 mil pesos, más o menos. Y sí estaría dispuesto a probar con otra compañía”, afirma.
Por ejemplo, al restaurantero le gustaría poder tener algún beneficio, como ajustes en los precios por ser cliente puntual, algo que actualmente no existe.
Ahora que Rivera Gas instale su planta en Tecate e inicie operaciones, planea abastecer a todo el municipio y la zona conurbada de Tijuana.
Y una vez operando en un 100%, Empresas Unidas del Yaqui contempla la creación de otra planta en Rosarito, donde ya se tiene un predio con los respectivos permisos.
“Hicimos un estudio de mercado en Tijuana y quedé impresionado con los tiempos de entrega, es más, no manejan tiempos de entrega”, menciona Luis Rubio.
Por ejemplo, solicitó pedidos a todas las gaseras y nunca quisieron darle un tiempo aproximado, porque no lo tienen medido.
Además, concluye que tienen una preferencia por el tema industrial, dejando a un segundo plano al cliente doméstico y no procurando la atención de las familias conurbadas.
La señora Iveth Martínez, residente de la colonia Guajardo en Tecate, cuenta que hace unos días compró una mina de gas lp de 10 kilos a precio más bajo que lo que pagaba por lo mismo en Zeta Gas.
Iveth dice que la mina en Rivera Gas le costó 11% más barata, y ahora le hace promoción a Rivera Gas entre sus conocidos.
“No hubo una persona aquí en Tijuana que nos dijera que no compraría con otra compañía. Lo que quieren son más jugadores, porque ya están cansados, sobre todo con el tema de servicio”, dice Luis Rubio.
Y en ello coincide César García, propietario de la repostería Delisse.
El comerciante ha tenido malas experiencias con otras compañías proveedoras de gas lp.
“El servicio que utilizamos aquí en el negocio es por tubería, pero me ha pasado en mi domicilio que es muy tardado el servicio. Hemos esperado hasta dos días para que nos pudieran surtir, y no solo a nosotros, a los vecinos también”, dice.
García añade que la repostería implica un gasto mensual de poco más de mil 900 pesos en gas lp y que si llega otra empresa ofreciendo mejores precios y la tecnología que facilite el servicio, sí estaría dispuesto a cambiar de compañía.
“Y si cumplen con lo que dicen ofrecer, pues se van a posicionar muy rápido en el mercado”, dice el comerciante sobre Rivera Gas.
En el caso de la tortillería Aguililla, su consumo semanal asciende a un promedio de 6 mil pesos, por lo que su propietario, Gilberto Valencia, no dudaría en probar con otra opción de gas.
“Habría que ver una vez que estuviera aquí, pero si de entrada me ofrece el gas más barato, me cambio. Sería magnífico. Creo que es buena la competencia”.
Pero antes, hay que esperar a que la autoridad permita a Rivera Gas, la instalación de su planta.
La representante de los empresarios afiliados al CCE en Tecate tiene una sugerencia para las partes involucradas: “Que se sienten a dialogar y se resuelva”.
Teresa Ruiz Mendoza pide a la autoridad que se resuelva el caso y concluya la inversión.
Porque solo así, los beneficios de la competitividad llegarán a la región.