El presidente estadounidense Donald Trump continúa cosechando desacuerdos internacionales, cada vez más desafortunados. Llamar “países de mierda” a Haití, El Salvador y a naciones africanas desató la ira e indignación de los países aludidos quienes demandaron respeto para sus pueblos.
El gobierno de Haití dijo estar “profundamente sobresaltado por el tenor de las declaraciones, que no han sido desmentidas oficialmente”. Desde la perspectiva diplomática de la nación que dirige Jovenel Moïse, de ser probadas estas declaraciones “reflejan una visión simplista y racista completamente equivocada”, señaló en un comunicado.
El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, demandó “respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo”, durante un acto público. Las expresiones, dijo, “golpean la dignidad” de los ciudadanos.
Sánchez Cerén dijo que su gobierno esperaba un pronunciamiento oficial del gobierno estadounidense para aclarar o desmentir las declaraciones, pero no ocurrió. Trump aceptó implícitamente en redes sociales el uso de términos duros en menoscabo de la dignidad de El Salvador y de otros países, dice un comunicado del gobierno salvadoreño.
“Hemos dirigido una nota de protesta al gobierno de Estados Unidos destacando en este documento, además, el alto valor de los salvadoreños y salvadoreñas, recordando aspectos tales como su contribución en las obras para la reconstrucción del Pentágono, después de los terribles atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001”, precisa el comunicado.
Destacó también el aporte de sus connacionales “en la reconstrucción de Nueva Orleans luego del devastador huracán Katrina”, así como el rol del país centroamericano en acompañar a Estados Unidos en numerosas misiones internacionales de paz.
El texto leído por el mandatario salvadoreño también subraya que su gobierno seguirá “trabajando por fortalecer” los “vínculos históricos vigentes entre ambas naciones”.
Africa, por su parte, consideró “hirientes” y “perturbadoras” las declaraciones del magnate republicano. “Esto es aún más ofensivo dada la realidad histórica del número de africanos que llegaron a Estados Unidos como esclavos”, declaró a la AFP Ebba Kalondo, portavoz del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki.
Sin embargo, Kalondo dijo que Estados Unidos “es un país que representa mucho más que un hombre o una declaración”.
Botsuana anunció el viernes que convocó al embajador estadounidense para expresarle su molestia y su canciller Pelonomi Venson-Moitoi dijo en Twitter que la declaración de Trump significa un “golpe punzante” a las relaciones diplomáticas con Washington.
En Ginebra, el portavoz del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, calificó los dichos de Trump como vergonzosos. “Si se confirman, son comentarios escandalosos y vergonzosos por parte del presidente de Estados Unidos. Lo siento, pero la única palabra que se puede utilizar es ‘racista'”, dijo.
En Nigeria varios internautas escribieron en Twitter que vivían en “un país de mierda” pero aclarando que era “nuestra mierda”, por lo tanto nadie más podía darse el derecho de descalificarlos así.
Embajador renuncia porque “no puede trabajar con Trump”
El embajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, diplomático de carrera y expiloto de helicópteros del cuerpo de Marines, renunció y dijo que ya no se sentía capaz de servir al presidente Donald Trump, publicó Reuters.
La partida de Feeley había sido comunicada a funcionarios del Departamento de Estado el 27 de diciembre y no fue una respuesta al supuesto uso de la palabra “shithole” de Trump para describir a Haití.
“Como oficial de servicio exterior firmé un juramento de servir fielmente al presidente y su administración de una manera apolítica, incluso cuando no estoy de acuerdo con ciertas políticas”, dijo Feeley, según un extracto de una carta de renuncia leída a Reuters el viernes.
“Mis instructores dejaron en claro que si creía que no podía hacer eso, tendría el honor de renunciar. Ese momento ha llegado”, dijo.
Una vocera del Departamento de Estado confirmó la partida de Feeley y dijo que “ha informado a la Casa Blanca, al Departamento de Estado y al Gobierno de Panamá de su decisión de retirarse por motivos personales, a partir del 9 de marzo de este año”.
En declaraciones a los periodistas, el subsecretario de Estado Steve Goldstein dijo que estaba al tanto de la partida planificada de Feeley.
“Todos tienen una línea que no cruzarán”, dijo Goldstein a periodistas en el Departamento de Estado. “Si el embajador siente que ya no puede servir … entonces ha tomado la decisión correcta para sí mismo y nosotros lo respetamos”.
Trump niega sus dichos
Frente a este escándalo de alcance global, Trump trató este viernes de marcar distancia y recurrió dos veces a Twitter para negar las declaraciones. En su primera explicación, el republicano admitió que en la reunión se dijeron cosas “duras” pero aseguró que “ese no fue el lenguaje utilizado”.
Trump luego volvió a las redes sociales para afirmar que no dijo nada “despectivo” sobre Haití.
Pero el senador demócrata Dick Durbin, quien estuvo presente en el encuentro, reiteró que el presidente se refirió repetidamente a “países de mierda” durante la reunión.
Trump “tuiteó esta mañana negando que utilizó esas palabras. No es verdad. Él dijo esas cosas llenas de odio, y las dijo repetidamente (…). Hizo esas declaraciones viles y vulgares, llamando a esas naciones países de mierda”, dijo Durbin a la red MSNBC.
La embajada de Estados Unidos en El Salvador también lanzó un tuit en el que dijo que el país norteamericano se siente orgulloso de ser socio de El Salvador y “nos mantenemos firmes en nuestra amistad que data desde hace varias décadas”.
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(Con información de AFP)