
El desarrollo de la robótica en el mundo provocará la pérdida de entre 400 y 800 millones de empleos a partir de este año y hasta el 2030, según un informe de la consultora internacional McKinsey Global Institute.
Las nuevas máquinas afectarán hasta a un tercio de la fuerza laboral de naciones como Estados Unidos y Alemania y a casi el 50 por ciento de los trabajadores de Japón.
Las ocupaciones que más están en riesgo, dice el estudio, incluyen trabajos físicos en ambientes predecibles como operador de maquinaria o preparador de comida rápida. La recolección y procesamiento de información también está en la mira, con implicaciones para la creación de hipotecas, asistentes legales, cuentas y procesamientos en la parte administrativa.
Los responsables del estudio McKinsey señalan que los bajos sueldos en México conllevarán a un impacto menos intenso de la automatización en el país latinoamericano: del total de 68 millones de personas que formarán la fuerza laboral mexicana en el 2030, unos 9 millones se verán desplazadas.
El estudio se hizo sobre la base de las economías más desarrolladas del planeta que, en conjunto, representan el 90 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
El McKinsey Global Institute apuntó que la robotización produce desempleo al corto y mediano plazo aunque el mercado laboral se ajusta a largo plazo, pero con menor nivel salarial.
Los trabajadores más afectados serán los que tengan meno estudios, como los operarios de máquinas, los que trabajan en establecimientos de comida rápida y aquellos que sólo se dedican a recopilar y capturar datos.
En cambio, los que resentirán menos los avances de la robótíca, serán los que cuenten con formación universitaria y de posgrado, es decir, aquellos que desempeñen ocupaciones que requieren “alto nivel de especialización” o una “alta exigencia de interacción social y emocional”.