
La música sensibiliza, despierta y emociona. Retoma poder desde que genera algo positivo en aquellos que la escuchan. Al regalar un mensaje con emoción fuerte, trasciende, y tiene la fuerza de generar “algo” en los demás, dice Natalia Lafourcade en entrevista con Newsweek en Español al hablar de su más reciente sencillo, Tú sí sabes quererme, lanzado al mercado el pasado 27 de enero.
Después de vencer migrañas, dolores musculares y gastritis que la llevaron a suspender por un tiempo su gira del álbum Hasta la raíz, Natalia vuelve a los escenarios con Musas, un proyecto “capricho” de la cantautora que busca retomar el folclor mexicano, cantando al amor acompañada de Los Macorinos (Juan Carlos Allende y Miguel Peña), músicos que acompañaron por años a Chavela Vargas.
“Quería componerle a México, a la vida, la muerte y todos los aspectos que forman parte de nosotros. Este proyecto nació sin que nos diéramos cuenta, compuse canciones para personas que admiro mucho desde Argentina, Chile, Perú, Venezuela y México”, sentencia Natalia.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Qué importancia tiene la música para México?
—La música te propone que mejores en algún aspecto. Al igual que otro tipo de arte como el cine o la literatura, en estos momentos por los que pasa México te puede llevar a cambiar tu manera de ir o de vivir y reconectarte contigo mismo. Rescata los aspectos más humanos y sencillos, como estar en casa, la humildad y fraternidad; eso es algo que me encanta regalar en mi música y que trato de reconstruir en este disco.
—¿Qué anhelas de la música?
—Realmente estoy viviendo mi sueño, lo vivo de muchas maneras, vivo agradecida cada segundo y deseo que la gente disfrute de este disco tanto como nosotros.
—¿Existe la libertad dentro de la industria discográfica?
—En mi caso existe toda la libertad, es algo que he peleado en algún momento a capa y espada como artista. Afortunadamente, desde hace un tiempo ya la tengo, y tengo un equipo bello y una familia que me cobija, me entiende y me apoya. Creo que en México ya hay muchos artistas que estamos haciendo lo que queremos, los tiempos han cambiado y estamos dando las cosas que realmente sentimos. Es un arte muy honesto.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Cuál fue el último momento que te hizo conectar contigo misma?
—En el recorrido artístico ha habido cosas fuertes que he tenido que enfrentar, entre ellas, mi salud. De alguna manera mi salud se interpuso entre mi posibilidad de volar y liberarme como artista, momentáneamente tuve que parar en la gira con Hasta la raízy cancelar toursen Italia y Europa. Estar en mi casa, acostada con mis gatos, me hizo darme cuenta de que estamos corriendo con un hambre feroz de “quien sabe qué” sin conectar con nosotros mismos.
“Al final tenemos las cosas, pero tampoco las disfrutamos porque son miles de momentos sucediendo al mismo tiempo. Eso me hizo preguntarme el porqué estaba haciendo las cosas y evaluar realmente qué vale la pena o qué no.
“Descubrí que necesito un equilibrio en mi vida entre lo duro, lo intenso, los viajes, lo humano, lo sencillo y lo que amo. No quiero tanto cuete ni tanta cosa”.