Esta es la segunda entrevista de una serie sobre los ganadores de la elección del 5 de junio. Es una colaboración entre Newsweek en Español Baja California y Tijuanapress.com, una agencia de noticias y servicios informativos con más de una década en la frontera.
SERIE: LOS OTROS GANADORES DE LA ELECCIÓN
Omar García dice que no le hizo falta dinero sino tiempo para ganar la alcaldía de Ensenada.
El joven que participó como candidato independiente en las pasadas elecciones, calcula que si la campaña hubiera durado nueve días más, hoy la presidencia del municipio más grande de México estaría bajo su administración.
Omar García Arámbula de 29 años es un caso de estudio: sin dinero, sin experiencia política y menos electoral, quedó a 4,475 votos de distancia del ganador, el priísta Marco Antonio Novelo y en votos ganó la zona urbana de la ciudad, que antes se debatía entre PRI y PAN.
La noche del Programa de Resultados Electorales Preliminares, cuando al conteo no llegaban las boletas de la zona sur de Ensenada, Omar ocupó el primer lugar de votos por varias horas, aunque en los resultados finales, se quedó en la tercera posición.
Con poco más de 192 mil pesos, logró 28 mil 881 votos. Esto es, el costo de su voto fue menor a los 7 pesos. Y fue el más eficiente de los candidatos de todo Baja California.
Marco Antonio Novelo logró 33 mil 296 sufragios pero gastó 3.7 millones de pesos. Cada sufragio del priísta costó 113 pesos.
“Ganó la compra de votos”, dice Omar. Pero asegura que si vuelve a competir, no va a pedir más dinero para su campaña. Va a exigir que le recorten a los partidos.
Aunque se enfrentó a la maquinaria de los grandes partidos sobre todo en la Ensenada rural, Omar García dice que no logró abrir la puerta, pero sí abrió al menos una ventana. Una que no piensa cerrar.
Esa ventana es lo que él llama el “despertar” de los ensenadenses.
Hoy Omar estudia la maestría en ingeniería civil con especialidad en estructuras en la UNAM, pero dice que en tres años quiere dar la pelea. Sin partido y sin dinero. Solo con su mejor activo: como “un ciudadano común y corriente”.
—¿Qué fue de ti después de las elecciones de junio?
—Estoy en la Ciudad de México porque antes de tomar la decisión de empezar a organizarme con compañeros y amigos, para emprender este proyecto, estaba estudiando la maestría. Yo soy Ingeniero Civil egresado de la UABC en 2009, y en agosto de 2015 inicié la maestría en Estructura en la UNAM. Había yo concluido mi primer semestre cuando inicié con el proyecto de la candidatura. Ahora estoy en segundo semestre, volví a retomar mi maestría.
—¿Cómo surge la idea de lanzarte si ya estabas en un proyecto tan importante como tu maestría? ¿Por qué te decides?
—De hecho la maestría la anhelaba. Quería trabajar un tiempo y luego iniciar ese proyecto. Logré quedar en la UNAM, pero al ver lo que sucedía en mi ciudad y al ver la figura de los candidatos independientes, no quería que se desvirtuara ese concepto. Porque lo acabábamos de ver en las elecciones de 2015 en Zapopan con Pedro Kumamoto, una persona que admiro. Veía en Ensenada candidatos que comenzaban a sonar en noviembre, y al ver yo que la figura de un independiente que llegue sin compromisos para sacar adelante una ciudad fue que me involucré. Fue de momento. Si lo hubiera pensado no me hubiera animado. Decidí ponerme a leer la ley que fundamenta las candidaturas independientes. Saqué cuentas de cuántas firmas necesitaba, cuántos votos necesitaba para ganar en Ensenada. Sacando cuentas y con el historial de las pasadas elecciones, en una tarde lo decidí. Y esa tarde ya tenía boleto en Ensenada para empezar el movimiento.
—¿A qué atribuyes haber perdido la elección?
—Varias cosas. Estoy convencido que si hubiéramos tenido 60 días, que eran los días se venían contemplando en las elecciones y no los 51 días que tuvimos. Tal vez esos nueve días nos hubieran alcanzado para lograr los 4,300 votos que nos hicieron falta. Otra podría ser que el recurso fue limitado. Nosotros no estamos pidiendo más recursos, yo no tengo la idea de que se gasten más recursos en campaña. Simplemente que el Instituto Estatal Electoral los hubiera entregado desde el día uno de la campaña, el 12 de abril. Sin embargo nos entregó el cheque el 10 de mayo. Si hacemos cuentas, nos dio el cheque a mitad de campaña. Y otro punto es lo mismo que pasa siempre: el acarreo de los partidos, la compra de votos, fue lo que nos pegó. De hecho la zona urbana de Ensenada la ganamos y el PAN fue segundo y la coalición del PRI fue tercero. En la zona rural nos dieron una paliza, una remontada, ¿por qué? por los programas sociales federales y municipales que se tienen ahí. El partido de la coalición le metía miedo a la gente, o a la gente no le pudimos llegar por redes sociales, no logramos caminar esas colonias, no teníamos el equipo para hacerlo, si bien había buen equipo en la zona rural, no nos alcanzó para todos; la maquinaria de los partidos fue más fácil de convencerlos y llevarlos a las casillas, de comprarles el voto. Fue lo que nos dio la vuelta.
—Con estos factores y los fallos que ya se hicieron, ¿reconoces que perdiste?
—Sí. Estoy convencido. Si nos vamos a a la cuestión electoral, al número de votos, claro que perdimos. Pero veo una gran victoria para el municipio, que la gente se volviera a emocionar. Yo la verdad había votado una vez, por el menos malo, y la segunda vez que voté fue por tu servidor. Mucha gente se ilusionaba, nos decía en la calle, gente hasta lloraba, me abrazaba, veían en nosotros una esperanza, de que eso que habían soñado anteriormente, lo veían reflejado en tu servidor. Fue una campaña muy bonita. Nos quedamos con eso y con que la ciudadanía organizada sí le podemos quitar a las maquinarias. A los poderosos que dejen de gobernar. Que realmente vuelva a gobernar la ciudadanía.
—Hablaste de irregularidades en la elección, ¿denunciaste ante la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales?
—Impugnamos en el Tribunal Electoral, y nos fuimos hasta Guadalajara. Pero todos nos rechazaron. También en la FEPADE denunciamos un delito. Lo reportamos, pero es una burla esa dependencia. No se porqué se gastan tanto dinero en organizarse o en publicidad, pero en realidad no hacen nada. Nos dimos cuenta que es puro circo y maroma.
—¿Qué piensas sobre el sistema de financiamiento? El recurso que se asigna, ¿es suficiente?
—Nada más este año los partidos se gastaron 128 millones de pesos. Viendo el presupuesto de egresos del estado ya se aprobaron otros 199 millones. Veo injusto que gastemos tanto dinero habiendo tantas necesidades. Es un círculo vicioso entre los partidos y las cámaras, que más que representantes de la ciudadanía, son representantes de partidos. ¿Qué pasa? Si nos ponemos a que los independientes se les entregue más dinero, pues va a ser más de lo mismo. Basura por todos lados, a la ciudadanía no lo motiva a nada, a la ciudadanía lo que lo motiva es ver personas genuinas, congruentes. Que en verdad sean honestas y que tienen empeñada su palabra y que van a hacer todo lo posible por el bien de la ciudadanía. No se necesita más basura por todos lados, ni más spots de radio ni de televisión. Creo que todo eso cansa. La ciudadanía necesita que le hablen con la verdad. Más que pedir dinero a los independientes, creo que lo que se necesita es reducir a los partidos. Que regresen a su ideología y no que busquen el poder por el poder, y para beneficiar a los suyos.
—¿Cómo hiciste para conseguir ese dinero que no es nada comparado con lo que gastaron los partidos? ¿Te apoyaron?
—El Instituto (INE) nos dio 31 mil pesos aproximadamente. El 60% el 10 de mayo. Y nos dio 13 mil pesos a finales de mayo, primero de junio.
—¿No fue en un solo envío?
—No. Fueron dos. Casi 45 mil pesos en total lo que se nos repartió.
—¿Y los 13 mil fueron hasta junio?
—Fueron en finales de mayo. La campaña se acababa el primero de junio. Lo entregaron el último día de mayo. Para esto, yo digo que entreguen el dinero como está regulado en la ley que reglamenta las candidaturas independientes del estado. Que se entregue el día que inicie la campaña. En tres pagos, en vez de que se nos entregue una parte hasta después de la mitad. Creo que eso puede ayudar un poco. Y claro, ese no fue todo el dinero que utilizamos. Hubo donaciones de personas que simpatizaban con la campaña, de mil, dos mil, cinco mil pesos. Fuimos logrando para comprar microperforados, comidas, transporte, para poder ir al Valle de San Quintín, a Isla de Cedros. Algunos simpatizantes, compañeros del equipo, pusieron dinero, así fue como nos financiamos.
—¿Y tú destinaste algo de tu dinero, tuviste que vender algo?
— Sí. Durante las firmas me tocó vender un vehículo que tenía. Me tocó rematarlo por la necesidad. Ya no teníamos dinero para movernos, para comer, papelería; además de otros gastos que le sacamos a las tarjetas.
—Después de todo esto, apostar este dinero, que no solo venía del recurso público sino de gente que creyó en ti, ¿vale la pena hacer política?
—Claro que vale la pena. Ganamos mucha satisfacción. Nos dimos cuenta que la sociedad organizada puede más que las maquinarias. Hubo gente que se ilusionaba con la campaña. Que te decía que no les fallaras, que en ti confiaban. Vale la pena arriesgarse. Ya sabíamos a lo que íbamos desde el día que tomé la decisión. Y fue mucho mejor de lo que pensé. No se llegó al resultado, ni al objetivo que era ganar, pero dimos un gran paso. Y están las puertas abiertas.
—¿Cuáles fueron los factores que hicieron que la gente confiara en ti? Obtuviste 28,821 votos.
—Creo que con 192 votos nos ganó el PAN. También nos dio la vuelta en la zona rural. Un factor puede ser que no tuviera antecedentes políticos, ni yo, ni mi familia. Que se vieron reflejados en mi persona, una persona que usa los servicios de salud que ellos usan. Usa el transporte viejo y caro que ellos usan. Que le ha tocado ir a las escuelas donde ellos han ido, a donde van sus hijos. Que una persona que no era indiferente a las necesidades. Soy un ciudadano común y corriente como cualquier otro. De esa manera estamos demostrando que cualquier persona puede hacer política. Que no nomás es de los poderosos o de los que nacieron en cuna de oro. Con voluntad y con buen equipo se pueden hacer bien las cosas. Lo principal fue conocer activistas, líderes, que si esos líderes se sumaban a nosotros, pues mucha gente conociéndolos a ellos, si confiaban en ellos, confiaban en el proyecto. Esa fue parte de la médula espinal del proyecto: gente que ha hecho beneficio por la comunidad. Que se conoce su trayectoria y que se sumó al proyecto.
—¿Vas a buscar la siguiente? ¿Seguirás en esto?
—Yo tenía planeado hacer este despertar y tenía planeado que lo pudiéramos lograr. Pero después de los resultados, después de toda la gente que te dio tu confianza, uno se queda en deuda porque no lo pudimos lograr. Mucha gente triste, así como tu servidor. Por mi parte yo sí quiero. Si se dan las cosas y las condiciones, en dos años se tiene que empezar con la formación del documento para la asociación civil que tiene que respaldar la candidatura. Y si se dan las condiciones, claro que sí. Yo con mucho gusto voy a participar.
—Y algunos errores que pudieras mejorar. ¿Qué cosas no repetirías?
—Más que error, sería el meterle más ganas. Trabajar más horas en la calle, que más gente te llegara a conocer, poderles hacer llegar el mensaje. Porque el proyecto es bueno, es por el bien de la comunidad. Lamentablemente mucha gente no nos conoció. Nos conoció al día siguiente que salieron los resultados en el periódico, —que no nos hacían mucho caso, no nos ponían mucha atención—, se dieron cuenta que había un candidato independiente, mucha gente se puso triste, o dijo: “Chín, por qué no voté, no te conocía. Te votaré para la proxima”. Más que nada trabajar más, trabajar más duro. Y estar más tiempo en las calles.
—Tu planilla logró una silla en el cabildo, ¿Vas a darle seguimiento?
—Sí, claro. Christian Vásquez fue el candidato a primer regidor y es quien va a estar representándonos en el cabildo. Siempre lo dijimos. Nuestro eslogan de campaña era abrir las puertas. A lo mejor no hemos logrado abrir la puerta, pero ya abrimos una ventana. Christian tiene toda mi confianza y estoy al pendiente. Sé que lo hace bien. Y en lo que yo pueda ayudar, estoy ahí para ayudarlo, no para estarlo juzgando. Soy un ciudadano más y nos tiene que rendir cuentas, pero es una persona genuina, una persona honesta y una persona inteligente. Sé que va a dar todo de sí para hacer bien las cosas y que se vea como debe de ser el servicio de un regidor. Llevamos 21 ayuntamientos en Ensenada, 63 años, y normalmente no conocemos quienes son los regidores, a qué destinan el dinero, a quienes ayudan, qué recursos gestionan, qué legislan, qué reglamentos aprueban, no sabemos nada, y aquí con Christian Vásquez vamos a saber como debe de ser un regidor, tratar de hacer el ayuntamiento más transparente posible.
—¿Qué opinas del resto de los candidatos independientes que hubo en esta elección? ¿Los ciudadanos están listos para los candidatos independientes?
—Más que estar preparados para los candidatos independientes, creo que los ciudadanos ya no estamos preparados para ayuntamientos y políticos corruptos. Cada vez vamos en picada, vamos peor y necesitamos políticos que sientan las necesidades de la gente. No que se empapen en una campaña nada más, y que crean que por eso ya conocen. Necesitamos políticos, así sean de partido o independientes, que en verdad quieran a México y quieran sacarlo adelante; que vean por la comunidad y no por sus intereses. Pero sabemos que los candidatos de los partidos llegan con tantos compromisos desde la campaña, con todo el dineral que se gasta, más toda la inversión privada, que no pueden a la hora de gobernar. Yo veo la figura de los independientes que lleguen sin compromisos. Si es un independiente que le mete millones a su campaña, oye de qué se trata, poniéndose al tú por tú con los partidos. Tú le tienes que ganar a los partidos con ideas, con honestidad, con ganas y no con billetazos. A los independientes, qué lástima, no me tocó conocerlos, pero creo que si hubieran llegado, simplemente el hecho de llegar sin compromiso con los partidos, creo que es un avance independientemente de cómo gobiernen. No hay que dejar de intentar. Deben de ser figuras que motiven a la gente a participar, que se vea reflejada la mayoría de los ciudadanos y no una minoría.
—¿Algún partido político te buscó durante la campaña o ahora?
—De hecho no. Partidos de izquierda, al momento del conteo nos reflejaron su apoyo y su indignación, solamente hasta ahí, invitación no. Además no la aceptaría, no está en mí estar militando para servicios de unos cuantos antes que de la comunidad.
—El presidente municipal Gilberto Hirata rindió su último informe y Marco Antonio Novelo se presentó como alcalde electo. ¿Qué esperas de él ahora que empezará su gestión?
—Que cumpla lo que prometió. Porque prometió una reingeniería de la deuda. En el ayuntamiento hay una deuda de 1,800 millones de pesos, aproximadamente. Prometió sanar la deuda. Ojalá y sí pueda. Le deseo todo el éxito posible. Más que nada que vea por la comunidad. Que sea transparente. Que nos rinda cuentas y que haga lo mejor por el municipio. Prometió cubrir los servicios a un 100%. Espero que sus proyectos funcionen. Yo ahí vivo, ahí vive mi familia, ahí quiero vivir. Si la ciudad está bien, nos va mejor a todos. Espero que haga una buena gestión y sobre todo que sea transparente.
—A partir de esta elección te diste cuenta que puede ser tu camino la política. Después de la maestría, ¿cuáles serán tus planes en los años que dura esta gestión?
—Mi camino es la ingeniería. Yo no pude haber escogido otra carrera. Con la maestría estoy aprendiendo más cosas. De eso quiero vivir. No quiero ser un político de 60 años y seguir ahí viviendo de eso. Quiero regresarle a la comunidad, y eso es lo que veo que debe hacer un político. Como el servicio social que haces en la universidad, que le regresas a la comunidad lo que ha hecho por ti. Estar en el servicio público son tres años en vez de crecer profesionalmente en tu empresa. Te estancarás en lo privado, pero crecerás profesionalmente en forma de servicio. Entrégale y haz lo mejor de ti en esa etapa que dure tu gestión y regresa a lo tuyo. La verdad a mí me molesta que políticos o funcionarios no sepan hacer otra cosa que estar en el servicio público. Creo que el servicio público es desgastante y durante esos tres años, o lo que dure tu gestión, debes de dar todo de ti, para después regresar a lo que tú aprendiste y te dediques al sector privado. No es cuestión de estar ahí toda la vida. Y si regresamos en tres años, regresaremos a dar lo mejor de nosotros. Lo que duremos, y volver a lo que tanto nos ha costado, porque no nos hemos quemado en vano las pestañas en ingeniería.
—¿Y qué desearías para Ensenada en estos 3 años?, ¿qué es lo que necesita?
—Ensenada por un lado necesita infraestructura. La han dejado caer. Necesita gestionar mejores trabajos. No es posible que se gestionen trabajos con un salario mínimo y mísero, salarios que no te alcanzan. Salarios que simplemente en el transporte te puedes gastar 40 pesos diarios, 200 a la semana y ganas 900; no te alcanza. Es una calidad de vida no apta. Que puedan llegar trabajos mejor pagados a la ciudad. Si le va bien a Ensenada, le va mejor a todos.
—¿Estás decepcionado de la política?
— No, claro que no, decepcionado de los políticos corruptos, sí. Por eso tomamos la iniciativa de hacerlo y dejar de estarnos quejando. Está en nosotros lograr ese cambio.
—¿Cuál sería el mayor aprendizaje de esta elección?
—Que hay muchas personas que piensan como tú. Y que también están hambrientos de un cambio, hambrientos de una mejora. Aprendí que no estás solo. Que hay mucha gente que te da ánimos, que te apoya. Y aprendizaje y agradecimiento a todos ellos.