La innovación creará y destruirá a nuestros países, augura el periodista Andrés Oppenheimer durante una conferencia en Cetys Universidad, campus Mexicali.
El editor de The Miami Herald dice que la tecnología ha provocado disrupción en la vida.
En su libro,¡Crear o morir!, describe los avances que vienen, pero reconoce haber pronosticado poco; “Los tiempos se aceleran muchísimo más a lo anticipado… [el auto autónomo] revolucionará la economía de nuestras vidas, quizá más de lo que hizo el Internet y Google”.
“¿Qué pasará con la industria automotriz? ¿En cinco años será necesario tener un carro estacionado fuera de nuestra casa?”, se pregunta.
Y critica: “Nuestros políticos no están hablando de estos temas, están hablando de todo, menos de los cambios impresionantes que se vienen en la economía y en la vida de nuestras ciudades”.
Por eso la innovación “tiene que venir desde abajo, porque los gobiernos piensan en plazos electorales, en plazos sexenales, y la mejora de la educación e innovación es un proyecto a 20 años de mejoramiento docente”.
La innovación en ciencia y tecnología, harán la diferencia entre una ganancia menor a dos dígitos de porcentaje y obtener casi el 100%.
“Vivimos en una economía del conocimiento donde los productos de la mente valen millones más que las materias primas o la manufactura; Google vale más que la Bolsa de Valores de Rusia, con todo y sus materias primas… a Whatsapp, Facebook lo compró en 20 mil millones de dólares”.
“¿Cómo estamos preparados para competir, innovar y avanzar en una sociedad del conocimiento?”, pregunta el escritor. “Estamos mal en América Latina”.
El número de patentes que se registran en América Latina y México es bajo, y también su innovación. En 2015, Estados Unidos obtuvo 159 mil patentes internacionales; Corea del Sur, 18 mil; Alemania, 17 mil 500 y México, 222.
En investigación y desarrollo se invierte el 0.4% del PIB en México, mientras que en Estados Unidos, más del 8%.
Las vacaciones escolares más largas del mundo son en América Latina. Algunos países de Asia dan 243 días de clase, y México 200.
“¿Qué podemos hacer para mejorar la educación y entrarle a la economía del conocimiento? Reconocer que tenemos un problema”.
“¿Cómo se crea una cultura de la innovación? Con modelos de admiración por el científico, el ingeniero, el buen estudiante”.
Cultura que no se construye con edificios, sino “con premios y una cultura de veneración por los innovadores”. Además de educarnos para respetar el fracaso, dice Oppenheimer.
“¿Y cómo será la universidad del futuro?”, Rafael Reif, que dirige el Instituto Tecnológico de Massachusetts, piensa que la universidad del futuro será permanente.
La recomendación es reinventarse constantemente. Ir a la universidad constantemente “suena terrible, pero no es tan malo. La tendencia es que vamos a trabajar menos horas”.