La línea de pobreza que más se conoce en el mundo es 1.90
dólares por día. Ese es el umbral del que hablan en los grandes foros en contra
de la pobreza cuando discuten erradicar la pobreza extrema en el mundo.
En México hay 11.4 millones de ciudadanos que están en
pobreza extrema. Estos ciudadanos no pueden hacer cumplir sus derechos y garantías básicos por distintas razones que
van desde falta de ingresos hasta falta de acceso a los servicios que otorga el
gobierno.
Para el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade,
“el único esquema que nos ayuda a combatir realmente la pobreza es la
generación de empleos, pero hay otro elemento, y es una política pública que
genere competencia, que implique innovación y nuevas tecnologías”.
En el marco de la Reunión Anual de Industriales que en ésta
ocasión se llevó a cabo en el Hotel Hilton de la Reforma dijo que “si los industriales
logramos generar mejores condiciones de abasto y precio cambiará la calidad de
vida de quienes se encuentran en este umbral de la línea mínima de bienestar”.
Así, invitó a los industriales presentes a cooperar para lograr este desarrollo
que es indispensable para el crecimiento económico y social del país.
México tiene en sus manos a millones de hombres y mujeres en
pobreza extrema, ciudadanos que no tienen acceso a estudios o a alimentos
básicos, parece que la única manera de controlarlo es generando un contexto en
donde los ingresos vayan por arriba de los precios.
“La pobreza extrema en México sigue teniendo, en varios
casos, un rostro que se explica por no tener acceso”, expuso Meade. La mayoría
de los mexicanos que se encuentran en esa línea de pobreza extrema no tienen
acceso a educación, luz, agua, alimentos, etc. “Hay familias no tienen un
problema de ingresos pero sí de acceso a los servicios”, agregó el secretario.
La Secretaría de Desarrollo Social arroja cifras que muestran
que, en México, hay medio millón de ciudadanos que no puede ejercer los derechos básicos de salud, alimentación,
vivienda, vestido y servicios básicos. Además el 60 por ciento de ese medio
millón no puede adquirir ni siquiera la canasta básica.
Por otro lado, hay 33 millones de mexicanos que pueden
ejercer a plenitud los derechos antes mencionados.
Según cifras de la Secretaría de Desarrollo Social en 2008 había
en el país un millón de mexicanos que no podían ejercer ninguno de esos
derechos, “seis años después ese número se redujo a la mitad y cada vez son más
los mexicanos que pueden ejercer sus derechos”, destacó el secretario frente a
industriales en la Ciudad de México.
La responsabilidad de abatir la pobreza extrema no recae
sólo en el gobierno mexicano, también los industriales tienen el compromiso de
crear empleos formales que permitan a los trabajadores ganar un salario
responsable con el que puedan adquirir los bienes primordiales. “Es importante
que el industrial genere innovación en precios y abasto de los bienes. Cuando grandes industrias llegan a comunidades
no sólo generan empleo, también combaten la pobreza”, agrego Meade.