Se puede usar en cualquier lugar con acceso a internet y no hay límites de transacciones.
Empecemos por explicar qué es Bitcoin y de dónde nace, aunque debo advertir que la historia de esta moneda de intercambio está llena de misterio. Bitcoin es la primera criptodivisa (medio digital de intercambio) descentralizada creada en el 2009 por Satoshi Nakamoto, que en realidad es un seudónimo de la persona o el grupo de personas que diseñaron el protocolo Bitcoin.
En 2008, Satoshi Nakamoto publicó un artículo en la lista de criptografía de metzdowd.com donde describe el protocolo Bitcoin. Posteriormente, el 3 de enero de 2009, la red P2P de Bitcoin entra en funcionamiento con la publicación del primer cliente, de código abierto, y la creación de los primeros bitcoins. Sorprendentemente, en abril de 2011, Nakamoto anunció su desvinculación del proyecto para dedicarse a otras labores. Satoshi se quedó con una gran cantidad de bitcoins que no han sido utilizados ni transferidos, es decir, una fortuna en dólares que está congelada. Y esa es una de las principales características de esta moneda, la trazabilidad, pero ya llegaremos a este punto.
Hasta la invención de Bitcoin era obligatorio que todos los pagos en el comercio electrónico se canalizaran a través de entidades centralizadas, generalmente bancos y empresas financieras que gestionaban el seguimiento de todas las transacciones. Hoy en día, las transacciones en Bitcoin se realizan de forma directa, sin la necesidad de un intermediario. Al contrario de la mayoría de las monedas, Bitcoin no está respaldado por ningún gobierno ni depende de la confianza en ningún emisor central, sino que utiliza un sistema de prueba de trabajo para impedir el doble gasto y así alcanzar el consenso entre todos los nodos que integran la red. Y es exactamente por eso que Bitcoin no gusta a los economistas.
Cabe mencionar también que, gracias a un sofisticado sistema criptográfico, es imposible falsificar o duplicar bitcoins, ya que estos contienen la dirección pública de su dueño. Cuando un usuario A transfiere algo a un usuario B, A entrega la propiedad agregando la clave pública de B y después firmando con su clave privada. A entonces incluye esos bitcoins en una transacción, y la difunde a los nodos de la red P2P a los que está conectado. Estos nodos validan las firmas criptográficas y el valor de la transacción antes de aceptarla y retransmitirla. Este procedimiento propaga la transacción de manera indefinida hasta alcanzar a todos los nodos de la red P2P.
Cuando una persona quiere empezar a usar Bitcoin debe de hacerse de una cartera virtual especial para bitcoins, un software que se instala en la computadora o dispositivo móvil (se puede descargar de la página oficial de Bitcoin). Esta billetera genera una dirección única y específica, que se compartirá al hacer transacciones. Las transacciones con bitcoins son verificadas usando un registro público compartido, llamado “Blockchain”, que es como un libro de contabilidad de cualquier empresa, y que mantiene absolutamente todas las transacciones que se hacen a nivel mundial. El blockchain se encarga de asegurarse de que un usuario efectivamente tiene la cantidad de Bitcoins que pretende gastar. Una transacción con esta moneda virtual es en realidad una transferencia de una cantidad entre dos billeteras (o direcciones) de Bitcoin. Las transacciones son trasmitidas y confirmadas en la red mediante un proceso llamado “mining”.
Mining es un sistema distribuido que se usa para confirmar e incluir transacciones en el blockchain, manteniendo un orden cronológico y distribuye el proceso en diversas computadoras.
Otras características de los bitcoins es que no es necesario revelar la identidad al hacer negocios, el dinero no puede ser intervenido ni las cuentas pueden ser congeladas por alguna autoridad, las tasas de transacción son mucho más bajas que las cobradas por los bancos, se pueden usar en cualquier país o lugar con acceso a internet y no hay prerrequisitos o límites de transacciones.
Hoy en día algunos negocios alrededor del mundo ya están aceptando bitcoins como método de pago y esto les ha ayudado a generar mayores ingresos, alcanzar más usuarios y hasta obtener publicidad.
Me llama mucho la atención esta nueva moneda y sus alcances. Algunos incluso dicen que ha venido a democratizar la economía. Lo que les puedo decir es que los desarrolladores de software estamos fascinados con este nuevo programa. Lo veo casi igual de innovador que las nuevas computadoras en la década de 1980, o el internet en la década de 1990. Bitcoin es un proyecto relativamente nuevo que se encuentra en evolución. Recomiendo ser cauto y tratarlo aún como software experimental, pero sabiendo que cuando se encuentre una utilidad o aplicación específica para este nuevo sistema, revolucionará los mercados.
Nicolás Jodal es CEO de GeneXus Internacional.