

QUÉ OBSERVAR EN LA CUMBRE CLIMÁTICA COP30: LOS TEMAS Y LÍDERES QUE MARCARÁN LA AGENDA. Líderes de todo el mundo, con la notable excepción de Estados Unidos, se reúnen en Belém, Brasil, para la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30).
El encuentro llega tras los dos años más cálidos registrados en la historia y en medio de emisiones récord de gases de efecto invernadero. Las relaciones internacionales, además, atraviesan tensiones por guerras, disputas comerciales y profundas diferencias sobre el futuro energético del planeta.

Estados Unidos, uno de los mayores emisores de contaminación climática, no tendrá representación oficial: el presidente Donald Trump ha desmantelado programas de energía limpia y ciencia climática, además de retirar al país del histórico Acuerdo de París.
La COP30 coincide con el décimo aniversario de dicho acuerdo y marca un momento clave: los países deberán actualizar sus planes de reducción de emisiones, que hasta ahora no han alcanzado las metas fijadas en 2015. Además, por primera vez la cumbre se realiza en la cuenca del Amazonas, lo que pone el foco en el papel de los bosques y la naturaleza en la lucha contra el cambio climático.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión de la cumbre, ha buscado consolidar su liderazgo global impulsando políticas para frenar la deforestación que se disparó durante el mandato de Jair Bolsonaro. Lula quiere que la COP30 sea la “cumbre de la implementación”: menos discursos y más acciones concretas en energía limpia, adaptación y protección ambiental.
Brasil presentará un innovador sistema de financiamiento para la conservación de bosques, mientras presume de avances en la reducción de la deforestación. Sin embargo, el país sigue siendo un gran productor de petróleo. A pocas semanas del inicio de la COP30, la agencia ambiental brasileña autorizó a Petrobras a perforar un pozo exploratorio cerca del litoral de Belém, lo que generó críticas entre ambientalistas.
Belém, la ciudad anfitriona, se ubica en la desembocadura del Amazonas. Esta edición de la COP pondrá de relieve cómo la crisis climática y la de biodiversidad están profundamente entrelazadas.
El cambio climático intensifica sequías e incendios forestales, agravando los daños provocados por décadas de tala, minería y ganadería ilegales. Al mismo tiempo, los bosques y ecosistemas naturales actúan como sumideros de carbono y barreras frente a fenómenos extremos. Los científicos advierten que el mundo no logrará los objetivos climáticos sin la ayuda de la naturaleza.

Brasil también lanzará el Fondo Bosques Tropicales para Siempre, que busca recaudar 25 mil millones de dólares para financiar la protección de los ecosistemas. En la agenda estarán también los océanos, manglares y humedales costeros, así como la participación de comunidades indígenas que custodian gran parte de la biodiversidad del planeta.
Firmado en 2015, el Acuerdo de París comprometió a los países a limitar el calentamiento global a menos de 2 °C respecto a niveles preindustriales, con la meta ideal de no superar 1.5 °C.
Entonces, las proyecciones apuntaban a un aumento de más de 7 °C. Hoy, los pronósticos son menos alarmantes, pero la ONU advierte que los planes actuales aún conducen a una “grave intensificación de los riesgos climáticos”. Los dos últimos años fueron los más cálidos jamás registrados, y las temperaturas globales rozaron el límite de 1.5 °C.
La COP30 será el momento en que las naciones presenten sus nuevos planes nacionales de reducción de emisiones. Hasta ahora, solo un tercio de los países lo ha hecho. Se espera especial atención sobre las propuestas de China y la Unión Europea, cuyas acciones podrían determinar si el planeta logra reencaminarse hacia sus metas climáticas.
“Una COP es como una comida de traje”, comparó la científica Katharine Hayhoe, de TNC. “Cada quien trae algo a la mesa, y se nota quién horneó con esmero y quién solo calentó nuggets congelados.”
El gran ausente será Estados Unidos. Durante la administración de Barack Obama, el país fue clave en la creación del Acuerdo de París, y con Joe Biden retomó el liderazgo climático global. Sin embargo, Donald Trump ha revertido ese rumbo y busca promover los combustibles fósiles como eje de la economía nacional.

En septiembre, Trump calificó el cambio climático como “el mayor engaño jamás perpetrado en el mundo” durante la Asamblea General de la ONU, al tiempo que presiona a otros países para abandonar sus compromisos climáticos y comprar más petróleo y gas estadounidense.
Pese a ello, el panorama energético mundial es muy distinto al de su primer mandato: las energías renovables son cada vez más baratas y el costo de la energía solar ha caído drásticamente, convirtiéndose en la fuente más económica de nueva electricidad.
Aunque el gobierno federal no estará presente, sí asistirán delegaciones estatales y municipales. El gobernador de California, Gavin Newsom, ya anunció una alianza climática con el gobernador de Pará, estado sede de la COP30. Además, la coalición America Is All In reunirá a gobernadores, alcaldes y líderes locales que representan a dos tercios de la población y tres cuartas partes de la economía estadounidense.
“Queremos demostrar al mundo que la administración Trump no representa los valores ni las oportunidades que existen hoy en Estados Unidos”, dijo Gina McCarthy, copresidenta del grupo y exfuncionaria de las administraciones de Obama y Biden. “No permitiremos que nuestro país quede paralizado por quienes se oponen al progreso.” N
Con información de Newsweek Internacional