

En lo que va del año, el Sistema Penitenciario del Estado de Guanajuato ha realizado 23 revisiones sorpresivas en los once centros de reinserción social, en las cuales se han decomisado celulares, drogas y armas blancas fabricadas de manera artesanal, informó el director general Julio César Pérez Ramírez.
“Llevamos 23 revisiones en acompañamiento con la Sedena; con ello se abona a mantener la gobernabilidad y la seguridad de los centros”, señaló el funcionario, quien destacó que estas acciones se realizan con el apoyo de la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado.
Pérez Ramírez explicó que muchos de los objetos asegurados son adaptaciones improvisadas por los internos.
“Hay piezas que pueden parecer inofensivas, como una pluma, pero dentro del Cereso se pueden usar como un arma”, comentó.
Añadió que además de las revisiones, se aplican filtros tecnológicos de ingreso a visitantes, familiares y personal, con el fin de evitar el acceso de artículos no permitidos.
El director subrayó que los 11 centros penitenciarios del estado cuentan con inhibidores de señal para impedir comunicaciones ilícitas, lo que ha ayudado a prevenir extorsiones y mantener el control interno.
Respecto al caso del Cereso de Acámbaro, aclaró que no existe una recomendación formal por parte de organismos de derechos humanos, ya que la investigación concluyó sin responsabilidad para el centro.
Actualmente, la población penitenciaria en Guanajuato asciende a más de 6 mil 700 personas privadas de la libertad, atendidas por más de 2 mil 300 servidores públicos. Las revisiones aleatorias y los operativos de seguridad buscan, según el funcionario, evitar situaciones de violencia como las registradas en otros estados y garantizar un sistema de reinserción bajo orden y disciplina.