En Aguascalientes se ha registrado un incremento en los casos de VIH que ya no se limita a jóvenes o personas en edad productiva, sino que incluye diagnósticos en personas de la tercera edad, un fenómeno que, aunque representa un porcentaje menor del total, comienza a ser significativo por sus implicaciones en salud pública.
Así lo señaló Marco García Robles, presidente de la Fundación VIHDHA, quien explicó que la mayor concentración de casos se mantiene en personas de entre 25 y 55 años, principalmente en varones, grupo que concentra más del 70% de los diagnósticos; no obstante, advirtió que existe un porcentaje reducido pero relevante en adultos mayores, que evidencia fallas en prevención y detección oportuna.
“Cada vez más hay mujeres y no solo eso, ya también personas de la tercera edad, que diríamos que es algo llamativo, pero existe”, señaló el activista, al referirse al cambio en el perfil de las personas diagnosticadas.
García Robles indicó que los casos en personas adultas mayores se explican tanto por diagnósticos tardíos como por nuevas infecciones, derivadas de una realidad poco visibilizada: la actividad sexual continúa en edades avanzadas, pero sin una percepción clara de riesgo.
“Igual en la tercera edad también hay actividad sexual y también evidentemente hay transmisión de infecciones”, puntualizó.
Además, el presidente de VIHDHA destacó el incremento de casos en mujeres heterosexuales, muchas de ellas casadas, quienes representan entre el 20 y 30% de los diagnósticos, una tendencia que contrasta con los primeros años de la epidemia, cuando los casos se concentraban mayoritariamente en hombres jóvenes.
Aunque el porcentaje de personas de la tercera edad con VIH sigue siendo menor en comparación con otros grupos, García Robles subrayó que su atención médica es más compleja, ya que muchos pacientes presentan daños acumulados por tratamientos prolongados, además de padecimientos crónicos asociados a la edad.
A esto, explicó que se suma la reducción de alrededor del 8% en el presupuesto federal destinado al VIH, así como la desaparición o debilitamiento de áreas especializadas, lo que ha impactado en acciones de prevención, capacitación y trabajo con organizaciones de la sociedad civil.
“No vemos las suficientes acciones de prevención, capacitación, servicios amigables donde se pueda tener acceso a condones, a lubricantes que es la parte principal, pero no solo el acceso, no solo que se tengan, sino que se dé información, que es la parte que está fallando”, advirtió.
