Con una historia familiar en el azúcar que data de 1942, Alfredo Vila Girón lidera este sector clave en el país centroamericano. En entrevista exclusiva con Newsweek en Español América, el presidente de la Asociación de Azucareros de Guatemala explica cómo este sector ha experimentado un crecimiento exponencial en el país, logrando récords de producción y la implementación de planes sociales que han fortalecido el avance de esta industria a lo largo de varias generaciones.
“Mi familia ha sido azucarera toda la vida. Mi abuelo compró un pequeño ingenio en 1942… Y eso hace tener el azúcar en la sangre”, afirma Vila al iniciar nuestra entrevista.
Económicamente, la industria azucarera es un gigante en Guatemala. Con una producción de aproximadamente 2.7 millones de toneladas de azúcar al año, de las cuales la mitad se exporta, Guatemala es el mayor productor de azúcar de Centroamérica y su producción podría abastecer a toda la región. Y a nivel mundial, el país es el quinto exportador de azúcar y el tercero en productividad.
Pero la particularidad en el caso de la Asazgua, la cual reúne a los diez ingenios que producen todo el azúcar de Guatemala, es que trabajan con enfoque en el concepto de coopetencia. Son ingenios que, aunque compiten entre sí, cooperan por un objetivo mayor y en beneficio de todos. “Hace algunos años nos dimos cuenta de que a pesar de ser competidores por los mercados, por la caña y por la gente, teníamos que hacer cosas en común y decidimos hacerlo. Hoy tomamos todas las decisiones por consenso, algo que es un poco más difícil, pero son decisiones mucho más sólidas”, asegura Vila Girón.
DEL AZÚCAR A LA ENERGÍA
Innovadores en temas de sustentabilidad desde hace varias décadas, en 2010 Asazgua fundó el Instituto de Cambio Climático, que según Vila, es hoy en día el único instituto privado en el mundo, y en el que participan otros gremios como los de palma y banano.
Además la industria azucarera es una productora significativa de energía para Guatemala, contribuyendo con el 30% de la energía consumida por el país durante la zafra. “Hace algunos años adaptamos todos nuestros equipos para utilizar el residuo de la caña, que es el bagazo, y transformar el 100% de su biomasa en combustible para nuestras calderas, y vender el excedente,” explica Vila.
Este modelo de producción de energía no solo ha logrado eficiencia sino también reafirma un compromiso con la sostenibilidad, alineándose con las iniciativas globales de sustentabilidad y energías renovables de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Otras iniciativas como el reciclaje del 100% del agua utilizada, son características de innovación constante que destacan al sector azucarero guatemalteco con el objetivo de erigirse como un ejemplo a seguir.
La participación de Vila Girón y su equipo en eventos globales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) ha llevado este compromiso con la sostenibilidad a un escenario global. La industria ha sido reconocida por sus avances en la generación de energía renovable y por sus proyectos en etanol, presentando una alternativa ecológica y mucho más rentable a los combustibles fósiles.
UNA INDUSTRIA CON IMPACTO SOCIAL
En términos de empleo, la agroindustria azucarera es un motor económico vital, ya que en el país genera 56,000 empleos directos y alrededor de 280,000 indirectos. Distribuye aproximadamente 1,274 millones de dólares en la economía guatemalteca, impactando significativamente en diversas regiones y sectores industriales.
Más allá del ámbito económico, la industria azucarera guatemalteca también se enfoca en el compromiso social. Iniciativas como la Fundación del Azúcar, creada en 1990, avanza con un enfoque integral, abordando temas de salud, educación y desarrollo sostenible. Como ejemplo el programa “Mejores Familias”, dirigido a la capacitación y empoderamiento de mujeres, especialmente madres solteras, es un caso de éxito que ya se ha replicado a nivel nacional. Vila Girón asegura que “simplemente con educación se ha logrado que se reduzca en las familias el nivel de natalidad, porque se les enseña sobre la prevención de los embarazos. También hay cursos sobre cómo cuidar al bebé desde el momento de la concepción, y se les enseña una actividad productiva dentro del hogar para que puedan atender de forma más cercana a sus hijos y lograr independencia económica”.
“Hemos capacitado además, a alrededor de diecisiete mil maestros y a más de mil quinientos brigadistas que dan atención a la población en general,” continua Vila. “También otorgamos becas para estudiantes en temas de labores técnicas”.
Estas becas, destinadas al INTECAP, Instituto Técnico para la Capacitación, han servido para que jóvenes, hombres y mujeres, se capaciten en oficios como electricistas, conductores de camiones, soldadores y una serie de carreras técnicas que son patrocinadas por el sector azucarero para el desarrollo de oficios y profesiones que luego son requeridas por esta y otras industrias.
Cada ingenio contaba con programas sociales, pero nuevamente sus directivos notaron que al unirse se podían lograr metas de mayor impacto para la agroindustria, y el país en general.
LIDERANDO CON INNOVACIÓN
Para explorar nuevas posibilidades Asazgua fundó en 1992 el Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar, CENGICAÑA, creado para respaldar el avance tecnológico de la agroindustria azucarera, con el fin de mejorar la producción y la productividad del cultivo de la caña de azúcar y sus derivados.
Hoy, el 70% de la siembra de caña en Guatemala es de variedades producidas en CENGICAÑA, lo que les ha permitido tener variedades oriundas y creadas en el propio país, otro aspecto importante en cuanto a la sostenibilidad económica.
La infraestructura es otra área en donde también han tenido avances significativos: “En 1994 fundamos Expo Granel, que es una de las terminales de carga portuaria más eficientes del mundo; eso lo dicen traders, no nosotros. Es otra inversión importante que realizó la agroindustria en conjunto. Y nuestro proyecto mas reciente es la inauguración en 2022 del Centro de Innovación, pues creemos que hoy las industrias que no innovan permanentemente tienden a fracasar”, detalla el entrevistado.
Y aunque Guatemala trabaja constantemente para liderar en innovación tecnológica, para Vila Girón la mayor transformación se debe a algo mucho mas humano: un espíritu de colaboración.
“La tarea más importante que tengo que ejercer como presidente de una organización como Asazgua es mantener la armonía. No dejar que los problemas de competencia nos impidan ver la riqueza que representa hacer cosas en conjunto. Yo creo que ese es el punto básico que ha transformado a la industria guatemalteca y que la ha situado en un lugar relevante a nivel mundial”, reflexiona.
Este modelo colaborativo también está influyendo a nivel internacional, ya que, a través de la formación de la Asociación de Azucareros de Latinoamérica (UNALA), se está fomentando la colaboración y el intercambio de prácticas sostenibles entre países productores de azúcar en la región.
HACIA EL FUTURO
El reto para la industria azucarera guatemalteca, como en toda Latinoamérica, es la competencia por los mercados de excedentes en el mundo.
“El azúcar que no consume un país se dirige a un mercado mundial que es un mercado de excedentes y estos mercados tienen una gran volatilidad”, explica Vila Girón, quien además asegura que para contrarrestar la baja de precios a nivel mundial, muchos de los productores han empezado a exportar azúcar refinada porque su precio en los mercados globales es mayor.
“Cuando los excedentes son muy grandes es cuando los precios bajan. Por ejemplo, la India era un país eminentemente importador de azúcar, antes producía 16 millones de toneladas y hoy produce 33 millones de toneladas. De ser un país importador pasó a ser un país exportador y el segundo mayor productor del mundo, eso provocó una baja en los precios a nivel mundial”, agrega el ejecutivo.
Frente a un panorama global competitivo, con gran volatilidad y que tiende a la baja en los precios del azúcar, Vila Girón no ve otra manera de enfrentar el crecimiento del sector que con innovación constante y uniendo esfuerzos bajo los principios de cooperación y competencia.
“Hay muchas cosas que podemos hacer en conjunto. Hoy somos doce países unidos los que conformamos UNALA, la Asociación de Azucareros de Latinoamérica, y a Guatemala se le otorgó la constitución legal y la presidencia. Este año esperamos sumar a dos países más y así como logramos una misma estrategia de sostenibilidad a nivel latinoamericano, la estrategia es y será trabajar juntos por el crecimiento de la industria en toda América Latina”. N
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