Seis minutos de ejercicio de alta intensidad pueden ayudar a mantener un cerebro sano y retrasar la aparición de trastornos neurodegenerativos, según demostró una investigación dirigida por científicos de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda.
La investigación, dirigida por el doctor Travis Gibbons, de la Escuela de Educación Física, Deportes y Ciencias del Ejercicio, se publicó esta semana en el Journal of Physiology.
Los resultados se centran en la proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que es esencial en la formación y el almacenamiento de la memoria. Se descubrió que las ráfagas cortas de ejercicio de alta intensidad aumentaron la producción de la proteína neuroprotectora.
Gibbons dice que, si bien la investigación utilizando modelos animales ha demostrado que el aumento del BDNF promueve el crecimiento y la supervivencia de las neuronas en el cerebro, y ralentiza los procesos de envejecimiento específicos del cerebro, ha habido investigaciones limitadas que exploran estrategias de cómo aumentar naturalmente la proteína en los seres humanos.
EL EJERCICIO BREVE E INTENSO ES MÁS EFICIENTE
Utilizando 12 participantes físicamente activos, seis hombres y seis mujeres, de entre 18 y 56 años, los investigadores compararon cuatro condiciones para examinar cuál fue más eficaz para aumentar la proteína en la sangre.
“Comparamos el ayuno durante 20 horas, el ejercicio ligero (90 minutos de ciclismo de baja intensidad), el ejercicio de alta intensidad (6 minutos de ciclismo vigoroso) y el ayuno y el ejercicio combinados”, dice Gibbons.
“Descubrimos que el ejercicio breve e intenso era el medio más eficiente para aumentar el BDNF en la sangre, y lo hizo de cuatro a cinco veces, en comparación con solo un ligero aumento con el ejercicio de baja intensidad, y ningún cambio con el ayuno”.
Todavía no está claro por qué sucede esto, pero los investigadores “sospechan que está relacionado con el cambio cerebral del uso de glucosa como su combustible principal, al uso de lactato, que se produce durante el ejercicio de alta intensidad”.
EL EJERCICIO LIGADO A LA SALUD DEL CEREBRO
“Este ‘interruptor de sustrato’ permite al cerebro utilizar combustibles alternativos e inicia la producción de factores neurotróficos clave como el BDNF. Otra posibilidad está relacionada con el aumento del 20 por ciento en la concentración de plaquetas circulantes que se produce con el ejercicio, ya que las plaquetas almacenan una gran cantidad de BDNF”.
Los resultados proponen un posible mecanismo mediante el cual el ejercicio podría contribuir a mejorar la salud del cerebro, dice. Y ya se está trabajando más. “Ahora estamos estudiando cómo el ayuno durante períodos más largos, hasta tres días, con y sin ejercicio intenso, influye en el BDNF. El ayuno y el ejercicio rara vez se estudian juntos, y creemos que la combinación puede optimizar la producción de BDNF”, dice Gibbons. N
Newsweek en Español te recomienda también estas notas:
Cinco errores que debes evitar cuando empiezas a hacer ejercicio
Estos errores en el ejercicio y la alimentación te impiden bajar de peso
VILPA: el ejercicio del que nunca has oído y que podría salvarte la vida