TRAS LA eficacia de las vacunas, los países ricos han comprado suficientes vacunas contra el coronavirus para poder aplicarlas casi tres veces a sus poblaciones antes de fines de 2021, dijo Amnistía Internacional y otros grupos, “lo que posiblemente ha privado su acceso a miles de millones de personas en áreas más pobres”.
Amnistía y otras organizaciones, incluidas Frontline AIDS, Global Justice Now y Oxfam, pidieron a los gobiernos y a la industria farmacéutica a tomar medidas para garantizar que la propiedad intelectual de las vacunas se comparta ampliamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha pedido repetidamente a los gobiernos que conviertan una vacuna que protege contra el COVID-19 en un “bien público”.
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Además, la organización anunció su respaldo al programa de vacunación global conocido como COVAX, que busca garantizar la distribución equitativa de las vacunas y 189 países se han sumado. Aunque países como Estados Unidos no se han inscrito.
COVAX espera entregar 2,000 millones de dosis para fines del 2021, pero eso solo significa alrededor del 20 por ciento de la población de los países que forman parte del mecanismo.
“Casi 70 países pobres sólo podrán vacunar a una de cada diez personas contra el COVID-19 el próximo año a menos que se tomen medidas urgentes”, dijo Amnistía Internacional, de acuerdo a cálculos recientes.
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“Los datos actualizados muestran que las naciones ricas que representan sólo el 14 por ciento de la población mundial han comprado el 53 por ciento de todas las vacunas más prometedoras hasta ahora”.
De acuerdo con la información de Amnistía, Canadá es el país que ha comprado más vacunas al considerar el tamaño de su población con dosis suficientes para vacunar a cada ciudadano cinco veces.
Por ello pidió apoyar una propuesta hecha por Sudáfrica y la India al Consejo de la Organización Mundial del Comercio para renunciar a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, pruebas y tratamientos COVID-19. N