Las consecuencias del coronavirus en los niños siguen siendo una de las grandes incógnitas de la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asegura que necesita más datos para poder ayudar a los gobiernos a tomar decisiones importantes, como la conveniencia de reabrir las escuelas.
Es decir, una de las áreas en las que tenemos menos comprensión es la de las secuelas del COVID-19 en los niños y adolescentes, opina la doctora María Van Kerkhove, experta de la OMS: “Hay interrogantes que intentamos comprender mejor: con qué frecuencia se contagian, qué efecto juegan en la transmisión y qué papel tienen potencialmente las escuelas”.
Durante los meses que ha durado la pandemia se ha observado que los niños que se han contagiado no padecen con la misma severidad las manifestaciones de la enfermedad como sucede con los adultos.
“Esto sucede porque el número de receptores en el epitelio respiratorio del virus son menores. Los niños pueden presentar las mismas manifestaciones clínicas, pero la severidad no es tanta como en la población adulta.
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“Sin embargo, se pueden infectar sin importar la edad. Igual que en los adultos, van a existir niños que adquieran la infección y sean asintomáticos. Es necesario comentar que, de acuerdo con estudios, los infantes excretan la misma cantidad de virus que los adultos, por lo que el riesgo de contagio es el mismo”, explica, por su parte, la pediatra especialista en infectología Jocelyn Carmona.
Es importante mantener especial atención en la salud de los menores, pues los síntomas del coronavirus pueden pasar inadvertidos, añade la experta, por ello se debe continuar con las medidas de aislamiento y de precaución necesarias para que los niños no sean una fuente de contagio.
Al momento de salir, señala Carmona, no se recomienda el uso de cubrebocas en niños menores de dos años de edad. Es importante tomar esto en cuenta porque existe un riesgo de sofocamiento y atragantamiento, ya que no están acostumbrados a respirar con la mascarilla.
DESINFECTAR LOS PISOS
Cuando en casa hay niños pequeños que todavía mantienen contacto con el piso al gatear, se debe fortalecer los hábitos de higiene de sus manos de manera frecuente. Como están en la búsqueda y desarrollo de muchas habilidades, es normal que toquen diversos objetos.
“Por eso, además de lavar sus manos constantemente, se deben desinfectar pisos y objetos. Se pueden preparar soluciones con cinco litros de agua y 240 mililitros de cloro, verter el líquido en atomizadores y así resulta más fácil la desinfección. La solución cloral puede limpiar los juguetes de los niños, las manijas de puertas, las superficies no porosas y así crear un ambiente más seguro para ellos”.
La experta en infectología pediátrica también recomienda evitar que los niños salgan de casa y estén en contacto con adultos mayores o con personas que padezcan algún otro tipo de inmunosupresión. Y en lo posible, que eviten las actividades grupales.
“Inevitablemente, los niños quieren salir y jugar con sus amigos, pero en este momento lo ideal es no hacerlo. Lo pueden hacer con los miembros de la familia, que son con los que comparten todo el tiempo, pero es necesario evitar este contacto con otras personas en lo posible”, añade la pediatra.
Una recomendación más es la limpieza de los zapatos. Hasta el momento no se ha identificado que exista un riesgo como tal de transmisión por el calzado, sin embargo, comenta la doctora, hay que tener una consideración cuando hay niños pequeños que comienzan a gatear y están la mayor parte del tiempo en el piso porque, si existe el riesgo de adquirir algún tipo de infección, se sugiere hacer un cambio de zapatos antes de entrar a casa y mantener una estricta desinfección de los pisos con la solución cloral que elimina virus y bacterias.
EL REGRESO A CLASES…
Actualmente muchos países analizan el momento en que volverán a abrir las escuelas, por ello la Unesco, Unicef, el PMA y el Banco Mundial han instado a los gobiernos a evaluar los beneficios de la enseñanza en las aulas frente al aprendizaje remoto, así como los factores de riesgo relacionados con la reapertura de las aulas.
La OMS asegura que tener más datos ayudaría a emitir recomendaciones sobre la reapertura de las escuelas, aunque insisten en que nunca podrán ser universales, ya que dependen del contexto de la epidemia en la zona y factores como la habilidad para prevenir y contener brotes o si los centros pueden mantener las distancias de seguridad y otras medidas.
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“Ante la gran cantidad de estudiantes que se están quedando rezagados en su educación debido al cierre prolongado de las escuelas, la decisión de cuándo y cómo volver a abrirlas, si bien no es nada sencilla, debería ser prioritaria. Cuando el sector de la salud dé luz verde, será necesario poner en marcha todo un conjunto de medidas para garantizar que ningún niño quede atrás”, dijo al respecto la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
Sobre el eventual regreso a clases en México, la pediatra Jocelyn Carmona enfatiza en que tanto los directivos como los padres deben tener en claro que no debe asistir a la escuela ningún niño que esté enfermo.
“A veces preocupan las inasistencias, pero es necesario hacer conciencia del riesgo que implica llevar a una persona a clases y el riesgo que implica el contagio”, explica.
USO CORRECTO DEL CUBREBOCAS
Por eso, cuando son niños mayores de dos años, es necesario el uso del cubrebocas de manera correcta, es decir, cubriendo nariz, boca y mentón: “Es necesario que no manipulen el cubrebocas de la parte externa porque es la parte contaminada. Al retirarlo debe ser desde las cintas, tomándolo de la parte de atrás de las orejas”.
Carmona también recomienda que los menores lleven a la escuela bolsas resellables donde puedan guardar el cubrebocas cuando sea necesario quitarlo, por ejemplo, cuando vayan a comer. También necesitarán toallas desinfectantes para los objetos que usan y el pupitre.
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“Las escuelas deben hacerse cargo de mantener las distancias adecuadas entre cada uno de los asientos y tratar de evitar al máximo las actividades grupales que no sean indispensables y no olvidar el fortalecimiento de la higiene de manos frecuentes, que en ocasiones se puede extender un poco hasta el antebrazo o codos si se estuvo expuesto a muchas superficies. Esto ayudará a evitar el coronavirus, pero también muchas otras enfermedades”.
La pediatra señala que la pandemia debe reforzar los hábitos de limpieza y que, a su vez, se los transmitamos a los menores. Así también se puede disminuir la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años, que sigue siendo en su mayoría por infecciones respiratorias, pero también por gastroenteritis, las cuales se pueden prevenir con métodos adecuados de higiene.