El gobierno sudanés aprobó la criminalización de la mutilación genital femenina (MGF), una práctica aún bastante común en el país.
La nueva ley contempla hasta tres años de cárcel para aquella persona que practique la ablación así como el retiro de la licencia del hospital o el sitio donde se lleve a cabo el procedimiento.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán, la enmienda al código penal del país “contribuirá a abordar una de las prácticas sociales más peligrosas que constituye una clara violación contra las mujeres y un crimen contra sus derechos”.
El Ministerio calificó la medida como un paso avanzado “para terminar con esta tendencia muy arraigada socialmente”.
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Al menos 200 millones de mujeres y niñas en el mundo se han visto involucradas en la práctica de la mutilación genital femenina (MGF), según Unicef.
Datos de la ONU dicen que cerca del 88% de las mujeres entre 15 y 49 años en Sudán, han sido sometidas a la MGF, siendo uno de los países donde más se practica este procedimiento.
La mutilación genital femenina es reconocida internacionalmente como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas. En el procedimiento se hace una mutilación de los órganos genitales ya sea total o parcialmente.
Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, problemas urinarios, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte.
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¿Por qué se practica?
En muchos de los países donde se practica la mutilación genital femenina, se considera una norma social profundamente arraigada en la desigualdad de género.
Existen diversas razones por las que se practica. En algunos casos, se considera un rito de iniciación a la madurez; en otros, es una forma de controlar la sexualidad de la mujer.
Muchas comunidades practican la mutilación genital porque creen que garantiza el desarrollo adecuado de la niña, su matrimonio en el futuro y el honor de su familia. Otras también la asocian a creencias religiosas, aunque no existe escrito religioso alguno que obligue a practicarla.
Celebración de UNICEF
La noticia fue bien recibida por organismos internacionales como UNICEF aunque al mismo tiempo advirtió que la práctica “no es solo una violación de los derechos de cada niño, es una práctica perjudicial y tiene graves consecuencias para la salud física y mental de la niña”.
Happy news!
We welcome the landmark move by the transitional government to criminalize female genital mutilation/cutting (FGM/C) in #Sudan. With this, #Sudan enters a new era for girl rights.@UNICEFSudan https://t.co/S67bpbPImZ
— UNICEF MENA – يونيسف الشرق الأوسط وشمال إفريقيا (@UNICEFmena) May 1, 2020
El organismo aseguró que el desistimiento no solo es en la parte legal.
“Necesitamos trabajar muy duro con las comunidades para ayudar a hacer cumplir esta ley. La intención no es criminalizar a los padres, y debemos hacer un mayor esfuerzo para crear conciencia entre los diferentes grupos, incluidas las parteras, proveedores de salud, padres y jóvenes sobre la enmienda y promover su aceptación”, dijo Abdullah Fadil, representante de Unicef en Sudán.
Con información de El País, CNN y Unicef.