Al menos 20 personas murieron este miércoles cuando un tren que llegaba a la estación central de El Cairo se empotró contra un muro en el extremo del andén, en uno de los sitios más frecuentados de la megalópolis egipcia.
Otras 40 personas resultaron heridas según fuentes de seguridad y médicas, cifras confirmadas por la televisión oficial egipcia.
En Egipto ocurren frecuentemente tragedias ferroviarias. Este miércoles tuvo lugar más tarde, esta vez en Al Alamein, cerca de Alejandra (norte), otro accidente de tren con saldo de un muerto y seis heridos, según la prensa estatal.
“Estaba en el andén de enfrente (…) El tren llegó muy rápido y se estrelló contra el muro, que se derrumbó”, dijo un joven viajero a la AFP bajo anonimato, quien precisó que sólo una viga quedó intacta en el lugar del accidente.
Ahmed Ibrahim, un vendedor de joyas que se dirigía a su trabajo añadió: “escuché el fuerte ruido de una explosión tras lo que hubo un gran incendio, corrí y vi muchas personas heridas, tuve que transportar a una niña con mis propias manos, vi cuerpos partidos por la mitad, nunca había visto algo así”.
El accidente, ocurrido por la mañana, provocó un gran incendio y dañó parte de las instalaciones de la estación central (o estación Ramsés), constató un periodista de la AFP.
En una cámara de vigilancia filmó la escena, se pueden ver viandantes caminando sobre el andén, y la llegada de un tren a gran velocidad que no se detiene hasta chocar en el extremo final del andén.
El impacto causó inmediatamente una explosión seguida de un incendio, se puede observar en las imágenes.
Una decena de ambulancias y otros tantos vehículos de bomberos fueron movilizados hasta la estación, según el periodista de la AFP.
Poco después del siniestro, la policía comenzó a filtrar la entrada principal de la estación, que concentra lo más importante del tráfico entre la capital y otras ciudades egipcias.
El primer ministro egipcio Mostafa Madbuly acudió al lugar del siniestro. “Todo aquel responsable de negligencia deberá responder de ello” y asumir las “graves” consecuencias, afirmó.
En Egipto abundan los accidentes, tanto de carretera como ferroviarios debido a una circulación anárquica, a la vetustez de los vehículos y al mantenimiento deficiente.
La mayor tragedia ferroviaria en la historia de Egipto tuvo lugar en 2002, con el incendio de un tren que provocó unos 370 muertos, a 40 km al sur de El Cairo.
Según la oficina oficial de estadísticas, se registraron 1.793 accidentes de trenes en 2017, y 1.249 en 2016.
El ministro de Transportes egipcio, Hicham Arafat, renunció a su cargo tras este accidente. El primer ministro Madbuly aceptó su dimisión.
(Con información de AFP).