Las autoridades levantaron el miércoles las alertas de tsunami que se emitieron tras un poderoso sismo en Rusia, uno de los más fuertes registrados hasta ahora. Esta decisión permitió que millones de personas, evacuadas de manera preventiva, regresaran a sus hogares a lo largo de la costa del Pacífico.
El terremoto, con una magnitud de 8.8, ocurrió el miércoles por la mañana (23:24 GMT del martes) a una profundidad de 20.7 kilómetros y a 126 kilómetros de la costa de Petropávlovsk-Kamchatski, capital de la península rusa de Kamchatka, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Al menos seis réplicas siguieron al sismo, incluida una de magnitud 6.0.
Más de una docena de países, desde Japón y Estados Unidos hasta Ecuador, México y Colombia, advirtieron a la población que se mantuviera alejada de las zonas costeras.
En Japón el gobierno llamó a más de dos millones de personas a alejarse de las costas y una ola de 1.3 metros alcanzó un puerto en la provincia de Miyagi, en el norte del país. Tras haber reducido los niveles de alerta de tsunami en la mayor parte del archipiélago, la Agencia meteorológica japonesa decidió mantener el jueves el nivel “advertencia” en gran parte de su costa pacífica.
La central nuclear de Fukushima, en el noreste de Japón, golpeada por un gran terremoto y tsunami en 2011, fue cerrada por precaución. Sin embargo, los temores de una catástrofe no se materializaron, y uno a uno los países levantaron o rebajaron sus advertencias y comunicaron a la población costera que podía regresar a sus hogares.
La única víctima mortal reportada fue una mujer que falleció al caer con su automóvil por un acantilado en Japón al intentar escapar, según medios locales. En Perú, que había cerrado 65 de sus 121 puertos en el Pacífico, las autoridades cancelaron el miércoles en la noche la alerta de tsunami, informó el estatal Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).
“NO HAY NINGÚN DAÑO”
En Chile las autoridades ordenaron la evacuación de 1.4 millones de personas en las zonas costeras, “quizás la evacuación más masiva” hasta ahora en el país, según el Ministerio del Interior.
En la Isla de Pascua, un territorio insular chileno a unos 3,500 kilómetros del continente y donde residen unas 7,000 personas, hubo olas de hasta 70 centímetros. En las Islas Galápagos de Ecuador, a unos 1,000 kilómetros del continente y donde se esperaban olas de hasta tres metros, hubo alivio cuando el instituto oceanográfico de la Armada declaró que el peligro había pasado.
Los residentes locales informaron que el nivel del mar descendió y luego subió repentinamente, un fenómeno común con la llegada de un tsunami. Pero solo se reportó una marejada de poco más de un metro, sin causar daños.
“Estamos todos tranquilos, de regreso al trabajo. Los restaurantes abrieron nuevamente y los espacios de visita (para turistas) también”, dijo Isabel Grijalva, de 38 años y residente de Santa Cruz, una de las islas del archipiélago.
Más temprano se habían cerrado parques nacionales y escuelas, se habían emitido advertencias por megafonía y los turistas habían sido evacuados de los barcos a tierra firme.
La alerta de tsunami para el Pacífico mexicano se levantó a las 19:17 GMT. La presidenta Claudia Sheinbaum había dado antes un mensaje de alivio: “No hay ningún daño”, dijo en rueda de prensa.
TRAS SISMO, TSUNAMI INUNDA EL PUERTO DE RUSIA
Los destrozos mayores se registraron en Rusia, donde un tsunami inundó el puerto de Sévero-Kurilsk, en las islas Kuriles, a unos 350 kilómetros del epicentro del terremoto, dejando sumergida la planta pesquera local.
Imágenes de la televisión estatal rusa mostraron edificios y escombros arrastrados de la costa al mar. “Por suerte habíamos preparado una maleta, teníamos una con agua y ropa cerca de la puerta. La tomamos rápidamente y corrimos (…) Fue aterrador”, declaró una residente de Kamchatka al medio estatal Zvedza.
La oleada llegó hasta el monumento a la Segunda Guerra Mundial de la ciudad, a unos 400 metros de la costa, según informó el alcalde Alexander Ovsiannikov. El sismo inicial causó daños limitados, a pesar de ser el terremoto más fuerte desde el ocurrido en 2011 frente a las costas de Japón, de magnitud 9.1, que desencadenó un tsunami que causó la muerte de más de 15,000 personas. N
(Con información de agencias)