El asesinato de Hipólito Quispehuamán, defensor ambiental y miembro del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata, ha conmocionado a la región amazónica de Madre de Dios, Perú. El activista fue acribillado la noche del sábado mientras conducía un vehículo de carga por un tramo de la carretera Interoceánica, a la altura del sector Santa Rosa, según confirmaron autoridades locales el domingo.
¿QUÉ LE PASÓ A HIPÓLITO QUISPEHUAMÁN?
La fiscal Karen Torres señaló que la principal hipótesis del Ministerio Público es que el crimen fue cometido como represalia directa por el trabajo que Quispehuamán realizaba en defensa del medio ambiente. “Se trata del asesinato con arma de fuego de un defensor más en la región Madre de Dios”, declaró ante medios locales.
La Fiscalía y la Policía han iniciado una investigación formal para esclarecer el homicidio. “Pido justicia por la muerte de mi hermano, no pueden pasar este tipo de cosas”, expresó Ángel Quispehuamán, visiblemente afectado.
Organizaciones de derechos humanos también han alzado la voz. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos condenó el asesinato y exigió medidas urgentes por parte del Estado peruano.
“¡Ni un muerto más! ¡Basta de asesinatos a defensores!”, escribió la CNDH en la red social X.
El Ministerio de Justicia respondió con un comunicado en el que se comprometió a brindar defensa legal a las víctimas y aseguró que trabajará para que el crimen no quede impune.
Este nuevo asesinato ocurre apenas un año después de la muerte del líder indígena Mariano Isacama, quien también fue ultimado en la región amazónica de Ucayali, lo que revela un patrón de violencia sistemática contra quienes protegen el territorio y los derechos indígenas.
La Amazonía peruana se ha convertido en una de las zonas más peligrosas para activistas ambientales debido a la expansión del narcotráfico, la minería ilegal y la tala indiscriminada. Estas actividades ilícitas han provocado una alarmante deforestación y han puesto en riesgo la vida de quienes luchan por conservar los ecosistemas.
Desde 2012, al menos 54 defensores del medioambiente han sido asesinados en Perú, de acuerdo con cifras de la ONG Global Witness. Más de la mitad de ellos pertenecían a pueblos indígenas. La impunidad, la débil presencia del Estado y el avance del crimen organizado en territorios amazónicos continúan alimentando una crisis humanitaria y ambiental cada vez más urgente. N