La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que el Instituto Nacional Electoral (INE) continuará siendo un órgano autónomo, a pesar de que su administración presentará una reforma electoral que plantea transformaciones profundas en el sistema de representación, incluida la eliminación de las diputaciones y senadurías plurinominales. La propuesta, que busca modificar el modelo actual de representación proporcional, ha encendido alarmas entre sectores que advierten posibles injerencias del Poder Ejecutivo sobre la autoridad electoral.
“El INE sigue como organismo autónomo, tiene que seguir así”, afirmó Sheinbaum en conferencia de prensa. No obstante, también subrayó que “el pueblo de México gasta muchos recursos en elecciones”, por lo que insistió en la necesidad de revisar el funcionamiento del sistema electoral.
El nuevo planteamiento del Ejecutivo federal incluye sustituir los plurinominales —elegidos por listas partidistas— por legisladores de primera minoría, es decir, candidatos que hayan quedado en segundo lugar en sus distritos, siempre que la diferencia de votos sea cerrada. Según Sheinbaum, esta medida obligaría a todos los aspirantes a hacer campaña en territorio, reforzando el vínculo entre ciudadanía y representación.
“¿Qué virtud tiene eso? Que todos van al territorio a presentarse con la ciudadanía a hacer campaña”, explicó la mandataria. “Esta idea de que estuviste seis años fuera de México y luego regresaste a ser el número uno de la plurinominal, ¿cómo?”.
REFORMAS, AUTONOMÍA… ¿Y SEÑALES DE INTERVENCIÓN?
Aunque Sheinbaum insiste en que su gobierno no busca eliminar la autonomía del INE, las declaraciones ocurren en medio de un contexto de crecientes tensiones entre el Ejecutivo y los órganos constitucionales autónomos. Diversas voces en la oposición, así como organizaciones de la sociedad civil, han señalado que las reformas promovidas desde Palacio Nacional podrían terminar debilitando la independencia del instituto electoral.
La discusión cobra especial relevancia tras años de presión política contra el INE por parte de Morena y sus aliados, quienes han cuestionado reiteradamente el papel del organismo en procesos clave, como la revocación de mandato y las elecciones intermedias de 2021. La narrativa desde el oficialismo ha apuntado a acusaciones de parcialidad, excesivo gasto y una supuesta desconexión del órgano con el “sentir del pueblo”.
Si bien la presidenta rechazó de forma categórica que su gobierno sea autoritario.
“Es falso, falso, falso que estemos buscando el autoritarismo”, dijo Sheinbaum.
El tono de su propuesta parece ir en sintonía con el discurso de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien en varias ocasiones intentó reformar al INE y reducir su presupuesto con el argumento de combatir el despilfarro.
EL DEBATE POR LOS PLURINOMINALES
El sistema actual establece que, además de los legisladores de mayoría relativa —quienes ganan directamente en las urnas—, se asignan curules mediante representación proporcional para garantizar equilibrio en el Congreso y dar espacio a fuerzas políticas con menor votación, evitando la sobrerrepresentación.
La propuesta de Sheinbaum sugiere eliminar las listas plurinominales, permitiendo que quienes queden en segundo lugar en distritos con resultados cerrados accedan a cargos legislativos. En el caso del Senado, se mantendría el esquema en el que los dos senadores de la fórmula ganadora acceden directamente, mientras que el tercer escaño se otorga a la primera fórmula del partido que quede en segundo lugar.
Aunque la presidenta descartó que haya resistencias internas por parte del PT y del Partido Verde —aliados de Morena—, analistas advierten que eliminar los plurinominales podría beneficiar de manera desproporcionada al partido mayoritario, reduciendo la pluralidad del Congreso.
PRÓXIMOS PASOS
Sheinbaum anunció que su gobierno presentará formalmente la reforma electoral en las próximas semanas y aseguró que será discutida “de manera abierta”. Sin embargo, con una mayoría afín en ambas cámaras, el temor entre sectores críticos es que la deliberación sea solo un trámite antes de su aprobación.
Por ahora, el INE se mantiene como órgano autónomo. Pero el trasfondo político de las reformas planteadas por la nueva administración federal refuerza una pregunta clave: ¿puede un gobierno respetar la autonomía institucional mientras impulsa cambios que reconfiguran el sistema democrático desde su base? La respuesta será central para definir el equilibrio de poderes en el México de la Cuarta Transformación. N