Una declaración de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, desató una tensión inesperada con el gobierno mexicano. Noem acusó a Claudia Sheinbaum de haber “alentado protestas violentas” en Los Ángeles, señalamiento que la presidenta mexicana negó de forma tajante. El intercambio ocurre en un contexto de alta sensibilidad por las recientes redadas del ICE.
El momento es crítico: Sheinbaum inicia su gestión con una agenda de cooperación en materia migratoria, comercial y consular. El señalamiento de Noem, respaldado tácitamente por el presidente Donald Trump, generó preocupación entre diplomáticos y analistas sobre el rumbo de la relación bilateral.
Qué sucedió
Durante el fin de semana del 7 al 9 de junio, redadas migratorias encabezadas por agentes del ICE desataron protestas en diversas zonas de Los Ángeles. Las movilizaciones —algunas pacíficas y otras con incidentes violentos— tuvieron amplia cobertura en medios y redes.
El lunes 10 de junio, Claudia Sheinbaum abordó el tema en su conferencia matutina. Condenó la violencia en las calles y pidió a los migrantes actuar con responsabilidad. “No estamos de acuerdo con las acciones violentas como forma de protesta… Condenamos la violencia, venga de donde venga”, dijo. Aclaró que su llamado previo a “movilizarse” —hecho en mayo, cuando EE. UU. discutía un impuesto a las remesas— nunca fue una invitación a la confrontación, sino una expresión política y pacífica.
Horas después, en la Casa Blanca, Kristi Noem responsabilizó directamente a Sheinbaum de alentar los disturbios. “La presidenta de México pidió más protestas en Los Ángeles, y la condeno por eso. No debería estar alentando protestas violentas en nuestro país”, afirmó. La acusación fue replicada ampliamente en medios conservadores estadounidenses.
Qué dijeron
La respuesta de Sheinbaum fue inmediata. Ese mismo 10 de junio, publicó en su cuenta de X (antes Twitter):
“La afirmación de que alentamos protestas violentas es absolutamente falsa. Compartimos un fragmento de la conferencia donde condenamos la violencia y pedimos mantener la calma.”
Al día siguiente, el 11 de junio, Sheinbaum amplió su postura. Afirmó que “nunca hemos llamado a una movilización violenta jamás en nuestra vida” y acusó que sus palabras fueron distorsionadas deliberadamente por sectores políticos interesados en desacreditarla.
“Hay que tener la cabeza fría en la relación con Estados Unidos. Es falso que hayamos promovido la violencia. Defendemos los derechos de nuestros migrantes, pero siempre con responsabilidad.”
Noem no ha respondido públicamente al desmentido.
Qué sigue
Las declaraciones han generado una tensión diplomática que ambos gobiernos buscan contener. Aunque no se ha emitido una nota diplomática formal, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) activó canales consulares para explicar la posición mexicana y evitar que el conflicto escale.
Sheinbaum aseguró que su equipo está en contacto con funcionarios estadounidenses para aclarar el malentendido. “Este episodio no debe distraernos de los temas sustantivos. Estamos por iniciar negociaciones clave sobre migración, cooperación consular y comercio”, dijo.
Por ahora, el gobierno mexicano apuesta por la contención: desmentir con hechos, reafirmar el principio de no intervención y proteger a los migrantes sin entrar en provocaciones. N