Las altas temperaturas no solo afectan nuestro estado de ánimo, también provocan insomnio o disparan las ventas de ventiladores y protectores solares. En temporadas como la canícula —cuando el calor arrecia y la sensación térmica aumenta— también pueden ocurrir riesgos que comprometen algo más que la comodidad: la eficacia de los medicamentos que requieren de temperatura controlada.
En México, los expertos en meteorología han advertido que la canícula de este año podría romper récords históricos, con el termómetro rebasando los 45 °C en ciertas zonas. Esto debido a factores como el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), que eleva las temperaturas del océano Pacífico ecuatorial y altera los patrones climáticos globales.
También lee: Por qué tantos niños contraen covid-19 prolongado
Frente a este escenario, uno de los retos es asegurar que los medicamentos termosensibles no pierdan su efectividad a causa del calor extremo.
CUANDO EL CALOR NO PERDONA NI A LAS MEDICAMENTOS
En primer lugar, debemos entender que más del 80 por ciento de los medicamentos biológicos —como la terapia con insulina o ciertos antibióticos— y el 90 por ciento de las vacunas requieren condiciones de temperatura controlada para conservar su estructura y función, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nature.
Esto significa que este tipo de medicamentos no pueden exponerse a temperaturas elevadas. De lo contrario, su composición podría alterarse, lo que reduciría su capacidad de hacer efecto o incluso haciéndolos peligrosos.
Recibir una vacuna que ya no protege o una dosis de insulina que ha perdido su potencia son riesgos crecientes ante un planeta cada vez más caliente, y es que el calor se ha convertido en un factor de riesgo para la salud pública, en donde el manejo correcto de los medicamentos es parte fundamental de la solución.
Te interesa: ¿La vacuna contra la gripe altera el ciclo menstrual? Esto dice un nuevo estudio
Pero ¿cómo garantizar un manejo correcto? La respuesta se encuentra en la cadena de frío, un sistema logístico que se asegura de conservar los rangos de temperatura desde la fabricación hasta el uso final. Cuando este proceso se realiza correctamente se evita que estos productos resulten dañados.
TECNOLOGÍA QUE CUIDA LO INVISIBLE
Para evitar estas alteraciones que se traducen en riesgo en la salud, además de pérdidas económicas y desperdicio de medicamentos, hoy es posible contar con soluciones especializadas dentro de la cadena de frío, diseñadas específicamente para mantener la temperatura estable durante el almacenamiento y traslado de productos farmacéuticos sensibles.
Estas soluciones cuentan con aislamiento térmico e incorporan tecnologías de monitoreo continuo de temperatura y humedad, que permiten verificar si en algún punto del trayecto hubo una variación indeseada. Si se detecta una excursión se puede actuar de inmediato, retirando el producto o aplicando medidas correctivas. Así, se protege tanto el medicamento como la salud de quien lo recibirá.
Te recomendamos: Las vacunas han salvado más de 150 millones de vidas en las últimas cinco décadas
Este tipo de innovaciones están ayudando a que los hospitales, farmacias y centros de salud garanticen que cada vacuna y cada medicamento biológico llegue en condiciones óptimas a sus pacientes, incluso en medio de olas de calor extremo.
UNA NUEVA CONCIENCIA
No se trata de generar alarma, sino de ampliar la conversación. En un país donde el termómetro rebasa los 40 grados en muchas regiones es momento de hablar también de lo que el calor puede provocarle a nuestras medicinas.
Hoy el reto no se concentra únicamente en protegernos del sol y mantenernos hidratados. Saber que una vacuna mal conservada puede ser ineficaz o que una insulina expuesta al sol podría fallar es un primer paso para exigir mejores prácticas y apoyar tecnologías que ya están haciendo la diferencia.
Porque sí, el calor puede hacer que tus medicamentos dejen de funcionar. Y en esa amenaza, todos tenemos algo que aprender, exigir y cuidar. N
—∞—
Carlos Humberto Infante y Loya es fundador y director del Consejo de Administración de Kryotec. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.