El Festival de Eurovisión 2025 continúa generando controversia más allá del escenario musical. Este lunes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se pronunció con firmeza sobre la presencia de Israel en el certamen europeo. Desde un acto oficial sobre el impacto económico de la cultura, el mandatario afirmó que Israel no debería participar en el evento, citando el precedente de la exclusión de Rusia tras la invasión a Ucrania.
“Nadie se llevó las manos a la cabeza cuando se exigió la salida de Rusia de competiciones internacionales, incluida Eurovisión. Tampoco debería hacerlo Israel. No podemos permitir dobles estándares en la cultura”, afirmó Sánchez.
Las declaraciones del presidente llegan apenas dos días después de que la representante israelí lograra el segundo lugar en la final de Eurovisión 2025, impulsada por el apoyo masivo del televoto: 13 países, incluida España, otorgaron la máxima puntuación a Israel. Esta situación llevó a RTVE a solicitar una auditoría a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival, para esclarecer el sistema de votación.
REACCIONES CRUZADAS EN EL ESPECTRO POLÍTICO
El pronunciamiento de Sánchez no ha sido el único en el plano político. Podemos e Izquierda Unida han exigido la expulsión inmediata de Israel del festival, señalando que su alta puntuación responde a una campaña orquestada por la extrema derecha europea y el gobierno israelí. Ambas formaciones han denunciado la instrumentalización del certamen y han pedido a la UER tomar medidas urgentes.
Por su parte, el partido de ultraderecha Vox salió en defensa de Israel y arremetió contra RTVE por las menciones a la situación humanitaria en Gaza durante la retransmisión del festival. José Antonio Fúster, portavoz de la formación, exigió el cese inmediato del presidente de la corporación, José Pablo López, acusándolo de violar el principio constitucional de neutralidad.
“No debería dimitir, tendría que ser cesado inmediatamente por no respetar la neutralidad de los poderes públicos”, declaró Fúster. También afirmó sentirse “abochornado” por los mensajes emitidos por RTVE en apoyo a Palestina, calificándolos como una “participación activa de un poder público en favor de una ideología”.
RTVE VS. LA UER
RTVE se convirtió en uno de los focos de la polémica luego de que sus comentaristas, Tony Aguilar y Julia Varela, hicieran referencia a las más de 50,000 víctimas civiles en Gaza durante la segunda semifinal, en la que participaba Israel. La UER advirtió a la emisora española sobre posibles sanciones en caso de reincidencia.
A pesar de ello, el sábado, minutos antes de la gran final, RTVE proyectó un mensaje en pantalla negra con letras blancas: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. Una acción que también replicó la televisión pública de Bélgica, que incluso llegó a cortar la actuación de la cantante israelí.
EUROVISIÓN BAJO PRESIÓN
La presencia de Israel en Eurovisión ha sido motivo de debate desde 2024, en medio de manifestaciones, llamados al boicot y acusaciones de doble moral por parte de la organización del evento, que insiste en que el festival es “apolítico”. Sin embargo, el contexto de la guerra en Gaza ha tensado las costuras del certamen, que cada vez enfrenta más dificultades para mantenerse al margen de los conflictos internacionales.
La edición de 2025, lejos de cerrar la discusión, ha intensificado el debate sobre el papel de la cultura como herramienta diplomática y los límites entre la neutralidad artística y la responsabilidad ética de las instituciones públicas. N