Uno de los principales problemas en la dieta de los aguascalentenses es el alto precio en muchos de los productos de la canasta básica, entre ellos las carnes rojas, afectando su acceso a una alimentación equilibrada.
Factores climáticos como la reciente sequía en el altiplano mexicano, ha propiciado la disminución de pastos y granos destinados para el ganado, impactando directamente en la disponibilidad y encarecimiento considerable de la carne de res y borrego.
El jefe del departamento de Ingeniería en Alimentos, el Dr. Rafael Alejandro Casillas Peñuelas, explicó que frente a este panorama, algunos ganaderos optaron por vender su ganado debido a la poca disponibilidad de los alimentos y del agua, lo que ha provocado una reducción en la producción de carne de bovino y de borrego.
La estacionalidad también juega un papel clave, durante los meses de febrero a abril, el consumo de mariscos aumenta por parte de la población debido a celebraciones religiosas, lo que genera un incremento en sus precios por la oferta y la demanda. Casillas Peñuelas señaló que el costo de estos productos varía dependiendo de su origen, ya sea de granja o del océano, afectando así el precio final para los consumidores.
En el caso de Aguascalientes, su ubicación geográfica limita el acceso a productos frescos del mar, dependiendo principalmente de granjas. Además, los costos de transporte de mariscos desde el océano impacta aún más en el precio final de estos alimentos.
El catedrático opinó que más allá del costo, una de las situaciones más recurrentes en estos días y en fechas específicas del calendario donde se tiene una tendencia a consumir determinado alimento, es importante evitar el fraude alimentario, ya que en ocasiones la comida pueden no contener el valor nutricional esperado o no ser lo que aparentan, casos como jugos, panes o las mismas carnes.
Asimismo, señaló que el uso de aditivos, formulaciones y conservadores puede afectar la calidad de los productos, repercutiendo en la nutrición y la salud de las personas.
Desde la academia en la UAA, se promueve la formación ética de los estudiantes para garantizar la producción de alimentos con calidad e inocuidad, cumpliendo con estándares que aseguren un consumo seguro para la población. Además, los alumnos conocen programas de certificación, protocolos y análisis para regular los productos antes de su comercialización.