Durante la marcha del 8 de marzo en Aguascalientes, un sacerdote fue señalado en el “tendedero” de denuncias por presuntamente haber abusado de dos monaguillos. Ante esto, el obispo Juan Espinoza Jiménez, reaccionó con incomodidad y minimizó el señalamiento, pero confirmando que ya existe un proceso en curso.
“Es otro tema, ¿verdad? Pero hay un proceso, es lo único que puedo decir por parte de las dos partes. Cuando el obispo se da cuenta y le llevan pruebas, hay un protocolo en la Iglesia e inmediatamente hemos actuado”, declaró.
Aunque afirmó que la Iglesia sigue un protocolo interno cuando se presentan este tipo de casos, Espinoza Jiménez se mostró molesto por la atención mediática que recibió la acusación.
“Aquí en la diócesis hay 320 padres, ¿por qué no me hablan de 300 que están bien comprometidos y hacen un montón de cosas por la gente? ¿por qué nada más se fijan en este?”, cuestionó.
El obispo también sugirió que los abusos no son exclusivos de la Iglesia y que deberían investigarse en otros ámbitos.
“Si realmente quieren investigar en este aspecto, ¿por qué no buscan dónde hay mayores casos de abuso? Me duele mucho, es una cosa indebida, triste, pero lo único que te puedo decir es que hay un proceso, tanto en el campo eclesial como en el civil”, sostuvo.
Hasta el momento, se sabe que el sacerdote ya dejó de oficiar misa en el templo donde ejercía sus funciones, aunque no se ha informado si enfrenta alguna sanción dentro de la Iglesia o algún proceso legal en su contra.