En un acto histórico, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), presidida por Octavio de la Torre, y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), encabezada por Esperanza Ortega Azar, conformaron una alianza estratégica, que refuerza la unidad y el compromiso con el crecimiento económico de México, más aún en los momentos cruciales que vive el país.
Dicha Alianza generará un organismo que representará a 5.2 millones de negocios, empresas y comercios; 43.8 millones de empleos, es decir 74% del empleo total en el país, 80% del PIB, y conformarán una estructura territorial de 258 Cámaras, 726 delegaciones, y 1,000 oficinas, en las 32 entidades federativas.
La fuerza que logra esta alianza supera por mucho -en cantidad de afiliados, empresas, empleos, generación de PIB y presencial territorial- a la representación total del CCE y eso debe no tener contento al presidente de dicho organismo, Francisco Cervantes.
Excelente iniciativa que logró concretar Octavio de la Torre; con esta nueva alianza el líder empresarial crea un nuevo organismo que será un valioso aliado del gobierno de la presidenta Sheinbaum ante los embates de Donald Trump, ya que contar con 5.2 millones de empresas que los respalden, es una fuerza que se debe tomar en cuenta.
¡BASTA DE CHANTAJES!
Así respondió la Concanaco al tema de los aranceles (que se encuentran en pausa por un mes) impuestos por Donald Trump a México.
Aseguró mediante un comunicado que “la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos no solo dañará la economía nacional, sino que tendrá un efecto boomerang en Estados Unidos”, ¡lo cual es absolutamente cierto!
El tráfico de drogas, la crisis migratoria y la seguridad fronteriza son temas que requieren respuestas firmes, coordinadas y basadas en el respeto mutuo entre México y Estados Unidos. La reciente conversación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump ha dado señales positivas de cooperación, pero la vinculación de estos temas con medidas arancelarias no es la respuesta.
En lugar de proteger el mercado interno estadounidense, esta guerra comercial artificial solo generará más incertidumbre, pérdida de empleos y menor competitividad para ambas economías.
El sector empresarial mexicano está listo para contribuir a la estabilidad y el crecimiento de la región, pero necesitan reglas claras, certidumbre y un compromiso real con el libre comercio.
“Debemos tomar buenas decisiones al respecto, pues una mala decisión puede generar una crisis de largo plazo. No podemos permitir que la relación comercial más importante de América del Norte tenga presiones y sea una moneda de cambio político”, aseguró el líder de los comerciantes, prestadores de servicios y representante del sector turismo en nuestro país, Octavio de la Torre de Stéffano.
¡Habrá que ver el desenlace de esta contienda!