Estados Unidos ha comenzado una operación de deportaciones masivas descrita por la Casa Blanca como “la mayor en la historia”. Según las autoridades, se arrestó a 538 migrantes en situación irregular y se deportó a cientos de ellos en aviones militares. Estas acciones forman parte de las políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump en su segundo mandato.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó en la red social X que “la administración Trump arrestó a 538 inmigrantes ilegales criminales” y los deportó, subrayando que esto envía “un mensaje claro: si entras ilegalmente a Estados Unidos, enfrentarás serias consecuencias”. Las declaraciones fueron acompañadas por imágenes que muestran a los migrantes abordando un avión militar.
Aviones llegan a Guatemala en medio de la polémica
Este viernes, dos aviones militares aterrizaron en Guatemala con decenas de migrantes a bordo, incluidas 31 mujeres y 48 hombres. Las autoridades guatemaltecas no confirmaron si estas deportaciones están directamente relacionadas con la nueva estrategia de Trump o si fueron programadas anteriormente. Sin embargo, la operación ha generado un debate sobre su impacto en los derechos humanos y las comunidades migrantes.
Por su parte, expertos en migración calificaron estas acciones como un movimiento propagandístico que busca reforzar la narrativa de mano dura del presidente. Trump, fiel a su discurso de campaña, declaró el estado de emergencia nacional en la frontera con México al asumir su mandato, reactivó el programa “Quédate en México” y anunció nuevas restricciones al derecho de asilo.
Critican operativos y denuncian violaciones constitucionales
En medio de los operativos, el alcalde de Newark, Nueva Jersey, Ras Baraka, denunció que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizaron redadas sin órdenes judiciales, arrestando tanto a residentes indocumentados como a ciudadanos estadounidenses. Uno de los detenidos fue un veterano del ejército, lo que Baraka calificó como “una violación flagrante” de la Constitución.
“Newark no permitirá que estas acciones ilegales aterroricen a nuestra población”, advirtió el alcalde, señalando que la ciudad buscará proteger los derechos de todos sus residentes.
Restricciones adicionales y cambios legislativos
Además de las deportaciones, Trump suspendió el ingreso de refugiados, eliminó las vías legales creadas por la administración anterior, como el uso de la aplicación CBP One, y terminó con programas para migrantes de países como Nicaragua, Venezuela, Cuba y Haití. También firmó un decreto que desafía la ciudadanía por derecho de nacimiento, aunque esta medida fue bloqueada temporalmente por un juez federal.
Mientras tanto, el Congreso aprobó una ley que endurece las detenciones de migrantes irregulares acusados de delitos como robo y hurto. La implementación de estas políticas refuerza la postura de Trump hacia la migración, pero también plantea preocupaciones sobre derechos humanos y las implicaciones sociales de estas medidas drásticas.
Trump ha reiterado que estas acciones son un cumplimiento de sus promesas de campaña, aunque la polémica por sus métodos sigue escalando dentro y fuera de Estados Unidos. N
Con información de Animal Político.