El presidente municipal, Leonardo Montañez, dio a conocer que la reciente reforma hecha al código municipal y aprobada en sesión de cabildo tiene el propósito de armonizar la normativa con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambientem y con la NOM-081-SEMARNAT-1994, que establecen los límites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas y su método de medición.
“De manera frecuente tenemos quejas de los vecinos, principalmente porque se rebasan ciertos decibeles. Tendremos que hacer una socialización, para que haya una mejor convivencia”, detalló, apuntando que el límite de decibeles pasa de 65 a 55, dependiendo de la zona y horarios.
Sin embargo, al igual que otras medidas para regular los centros nocturnos (como la limitación del horario), no se prevé la aplicación de multas a quienes no atiendan la medida.
“En este momento no, son solo los decibeles. No se prevé que sea un tema recaudatorio. Esto también lo vamos a lograr con mediadores de justicia cívica” detalló.
El regidor morenista Enrique Sánchez criticó durante la sesión de cabildo la falta de sanciones, mencionando que cuando el personal de reglamentos se hace presente para inspeccionar, el ruido desciende en estos lugares, pero solo mientras los funcionarios están ahí.
“Qué es lo que hacen los establecimientos: pues únicamente para estar en los límites bajan el volumen de la música, se van los compañeros de reglamentos, y le vuelven a subir”.
Esta medida no solo involucra a centros nocturnos, sino a espacios como talleres mecánicos, que ocasionan problemas entre los vecinos. Y es que una de las principales quejas entre la ciudadanía, mencionó el presidente municipal, es el exceso de ruido.