Las drogas psicodélicas pueden cambiar temporalmente el estado de ánimo, los pensamientos y las percepciones de la realidad de una persona. Quienes las consumen buscan, en su mayoría, experiencias nuevas, divertidas, curativas o espirituales. Y ahora los científicos están cerca de encontrar un compuesto de los psicodélicos que minimice los efectos psicotrópicos, el llamado “malviaje”, pero ¿eso de qué se trata?
En septiembre Mindstate Design Labs anunció la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) a su compuesto MSD-001 para comenzar los ensayos en humanos.
De acuerdo con la empresa, el MSD-001 es distinto de los psicodélicos tradicionales como el MDMA, la psilocibina y el LSD. Está diseñado para actuar sobre receptores de serotonina específicos, lo que minimiza los efectos psicotrópicos más amplios.
A tenor del Instituto Nacional del Cáncer (NIH, por sus siglas en inglés), la sustancia psicotrópica es aquel medicamento o líquido que afecta el funcionamiento del encéfalo y provoca cambios anímicos, la percepción, los pensamientos, sentimientos y comportamientos.
“Esta especificidad convierte al MSD-001 en un candidato óptimo para crear estados de conciencia personalizados”, refiere Mindstate.
Los próximos ensayos en humanos se realizarán en el Centro de Investigación de Medicamentos para Humanos en Leiden, Países Bajos. La fase 1 involucrará a 52 participantes sanos en un estudio doble ciego controlado con placebo, que se centrará en la seguridad, la tolerabilidad, la farmacocinética y la farmacodinamia del MSD-001.
DISEÑAR PSICODÉLICOS QUE NO CAUSEN “MALVIAJE”
Lo innovador de Mindstate es su plataforma Osmanthus, que aprovecha la inteligencia artificial (IA) para sintetizar información de más de 70,000 informes de consumo de drogas en humanos y una base de datos completa de datos bioquímicos sobre psicodélicos. Esta integración permite diseñar efectos psicoactivos precisos. La plataforma no solo se nutre de entornos controlados y literatura científica, sino que también incorpora experiencias del mundo real compartidas de manera anónima.
“Si pudiéramos averiguar qué diferencias en la farmacología psicodélica impulsan qué diferencias en la conciencia, entenderíamos los mecanismos de la conciencia de una manera completamente nueva y podríamos empezar a utilizar esos mecanismos para diseñar una innumerable variedad de efectos psicoactivos, de forma intencionada y con precisión”, comentó Dillan DiNardo, director ejecutivo de Mindstate.
En contexto, muchas drogas psicodélicas se derivan de plantas y hongos; algunas se han utilizado desde hace miles de años en rituales tradicionales o religiosos. Otras también son sintéticas (fabricadas en laboratorio). N